Ya sabes lo que dicen: la felicidad no es una meta, sino un camino. Pues, en el sexo, sucede lo mismo. El orgasmo nunca debe ser tu principal objetivo, sino la culminación de una sesión de sexo deliciosamente placentera. Es por ello que se ha puesto muy de moda un término que trata de explicar que para disfrutar de tus relaciones, tienes que tomártelo con calma. El término en cuestión es slow sex, y es una tendencia de la que tenemos mucho que aprender. ¿Estás preparada para el mejor sexo de tu vida? ¡No es nada difícil!
El slow sex hace referencia a practicar sexo despacio, disfrutando de cada instante sin necesidad de buscar la eyaculación o el orgasmo cuanto antes. Para ello, primero tienes que tomar nota de unos buenos e imprescindibles preliminares que os vendrán bien para controlar la excitación y no terminar así antes de lo deseado. Acá te dejamos doce preliminares a tener en cuenta.
¿Por qué es tendencia esta forma de practicar sexo?
Cuando llevamos un tiempo con nuestra pareja tendemos a acostumbrarnos y que nuestras relaciones sean cada vez más mecánicas y monótonas. El slow sex pretende romper con ello, y por eso nos encanta el concepto. Un estudio de 2012 reflejaba que la media de los españoles en la cama era de 15 minutos pero, ¿qué necesidad hay de durar un cuarto de hora si se puede duplicar o triplicar el tiempo de excitación y, por tanto, de placer?
En otros países del mundo, la media de las relaciones es mucho mayor. Es el caso de Brasil (27 minutos) o Hong Kong (29), todo un espejo donde mirarnos en, al menos, el tema de la duración. La realidad es que nosotros también podemos conseguirlo con el slow sex. Esto se consigue dejando de centrarnos tanto en la penetración y dando mucha más importancia a todo lo demás. Es hora de que explores las zonas erógenas, ¡hay muchas más de las que crees!
¿Qué debes hacer para practicar ‘slow sex’?
Para practicar slow sex, lo más importante es retrasar la eyaculación para durar más en la cama y poder disfrutar de sus cuerpos durante más tiempo. La teoría parece fácil pero, en la práctica, a veces fallan las ideas. Por eso aquí te dejamos 10 ideas para unas relaciones sexuales mucho más duraderas.
1. Explorar nuestro cuerpo. Parece básico, pero habla con tu pareja y proponle una noche diferente. Una noche en la que esté prohibida la penetración y tengan que darse placer de otro modo. Por ejemplo, jugar con el aliento sobre la piel del otro, con las caricias, los mordisquitos o explorar esas zonas de su cuerpo que nunca te atreves a tocar.
2. Parar y hablar. Cuando estés en mitad de la relación sexual, para. Así conseguirás retrasar el orgasmo y algo mucho mejor: mayor confianza. El hecho de poder parar en mitad de la faena para hablar con el otro, desnudos, mirándose a los ojos, los hará alcanzar un nuevo nivel de confianza mutua. Mientras, obviamente, no hables del tiempo, aprovecha para decir o preguntar aquellas cosas sexuales que no te atreves cuando no estás excitada. ¡Hablar de nuestras fantasías! O, por qué no, ponerse románticos con alguna frases de amor…
3. Prohibido usar las manos. Para retrasar el orgasmo, no hay mejor idea que prohibir el uso de las manos. Parece una tontería pero es mucho más complicado y excitante de lo que parece. Con las manos fuera de juego, tendrás que usar la imaginación y tardarás mucho más en llegar al orgasmo.
4. Juguetes sexuales. Si te gustan los juguetes, vas por buen camino. Eso sí, intenta alejarlos de tus genitales. Por ejemplo, un vibrador en otras zonas del cuerpo también puede ser muy excitante. ¿Qué otras ideas se te ocurrirán?
5. Juega con los sentidos. Añade nuevos componentes en tus relaciones que los mantengan entretenidos y tengan que ver con nuestros sentidos. Desde hielos a aceites aromáticos o alimentos afrodisíacos. ¡Juega con los elementos!
6. Sube el nivel de erotismo. Para retrasar el clímax puedes probar con el uso de fantasías: utilización de picardías o lencería sexy que no dejarás tocar a tu chico, un sensual striptease, unas esposas para atarle a la cama… ¡Tienes mucho donde elegir! por toda la casa.
7. Vendas para dos. Es muy fácil jugar a taparle los ojos o tapártelos a ti y que el otro lleve la voz cantante pero, ¿y si se vendan los dos? Puede ser muy divertido y sensual que ninguno de los dos vea al otro, ahí jugarán con sus manos y labios y, sobre todo, esto los obligará a ir mucho más despacio.
8. Felación y cunnilingus. Aunque no debes abusar de esta práctica si querés durar mucho tiempo, la felación y el cunnilingus serán grandes aliadas del placer sexual duradero. Pero, mejor aún que centrarte en el pene o él en la vagina, explora las zonas de alrededor. Ingles, testículos, perineo… Son zonas con gran potencial, ¡no las pierdas de vista!
9. Prueba nuevas cosas. Probar cosas diferentes puede retrasar la eyaculación porque al hacer algo que no has hecho nunca, lo normal es que lo hagas despacio, con más cuidado y descubriendo si hay placer en esa práctica. Por ejemplo, masajes en los pies, en el ano o incluso un annilingus o beso negro (bien hecho), pueden ser un gran modo de conseguir placer de forma diferente. Y otra opción a tener en cuenta es salir de casa. Por ejemplo, prueba con estas posturas en el coche, seguro que añadir un plus de dificultad hace que vayan un poco más lentos…
10. Fuera vergüenza: a ver cuál de los dos dura más. Muchas veces terminamos rápido porque nuestra vergüenza hace que querramos que nos vea el cuerpo lo menos posible o, en su caso, a veces termina muy rápido porque se pone nervioso. Eso tiene que acabar. Hablar con él y contarle cómo te sientes hará que tengan más confianza y no te dé miedo estar desnuda delante de él durante largo rato.
¿Qué debes evitar para practicar ‘slow sex’?
Básicamente, no debes abusar de la penetración. Ni del sexo anal. Esa fricción en el pene es demasiado fuerte como para aguantarlo mucho tiempo. Cuando llevas un rato practicando slow sex y querés rematar la situación, ahí sí será buen momento para el coito. Y, ya que estás haciendo algo diferente, te recomendamos elegir una postura totalmente nueva del kamasutra para que disfrutes siempre del placer sin límites y diferente.