Las horas pasan, los manteros de Once continúan bloqueando parte de la avenida Pueyrredón, entre Bartolomé Mitre y Rivadavia, y el gobierno porteño sigue sin desalojarlos. El piquete comenzó el martes a las 8 de la mañana y hubo un intento de la policía de poner freno a la protesta, pero fracasó y derivó en serios incidentes.
Mientras tanto, no hubo acuerdo tras la primera reunión de la mañana entre funcionarios del gobierno porteño y referentes del comercio ilegal del barrio de Balvanera. Tras un cuarto intermedio, ambas partes están reunidas desde las cinco de la tarde con el objetivo de acercar posiciones.
En principio, los representantes de los vendedores ilegales pretenden que los dejen instalarse en Plaza Miserere, algo que no convence al Gobierno porteño, que les ofreció un galpón ubicado en La Rioja y Rivadavia, a pocos metros de la estación Once.
La definición de “Chipi”, uno de los principales referentes de los puesteros, con antecedentes de agresiones, fue contundente: “Si no nos gusta la respuesta, cortamos todo”.
Según informó el delegado, la Ciudad les exigió que hasta esa hora liberaran dos carriles de avenida Pueyrredón, que está bloqueada a la altura de Bartolomé Mitre desde las primeras horas de este miércoles, algo que finalmente sucedió.
La propuesta oficial es empadronar a los puesteros para que puedan inscribirse en el monotributo social y de este modo sean capaces de desempeñar su actividad en forma legal, en un predio designado. Muchos manteros se mostraron reacios a aceptar esta oferta porque consideran que la mayor cantidad de sus ventas se concretan precisamente porque están ubicados en la vía pública.
El de los vendedores informales no es un grupo uniforme: mientras que un sector reclamaba la instalación de los puestos en la Plaza Miserere, otros más intransigentes exigían la devolución de los puestos en las veredas.
Durante toda la mañana, los ocupantes impidieron la circulación vehicular ante la presencia de un cordón de efectivos de Infantería. El fiscal general de la Ciudad, Luis Cevasco, indicó que “la decisión del gobierno porteño es mantener el statu quo hasta que la negociación termine”, por lo que no estaría previsto que la fuerza actúe para despejar la zona.