Un gimnasio está a punto de abrir en Londres, pero su funcionamiento ya está generando polémica. Con el objetivo de motivar a las personas a que se comprometan con mantenerse en forma y comer saludable, Fe Fitness propone “retar” a sus clientes si no pierden peso durante el programa de 12 semanas que promueven.
Así, como si fuera una especie de escuela, quienes no cumplen con los resultados esperados, son suspendidos. “Para aquellos que no sean capaces de comprometerse con un mínimo de asistencia al programa habrá una suspensión de la membresía, lo que los motivará a mantenerse enfocados”, dice Justin Maguire, director del gimnasio.
Los que queden fuera del gimnasio podrán volver, siempre y cuando, demuestren seguir ciertas pautas alimenticias durante dos semanas.
Según Maguire, lo más difícil a la hora de ver resultados es lograr que las personas se mantengan comprometidas a un plan de ejercicio y alimentación sin sentirse abrumadas por los diferentes obligaciones que presentan la vida laboral, familiar y personal.
Por eso, sólo estarán “aptos” quienes logran un verdadero compromiso con su salud sin renunciar por las demás demandas del día a día.