Existe la falsa creencia de que cuando se practica sexo lésbico no hay necesidad de cuidarse. De acuerdo con un informe realizado por la American Journal of Public Health, apenas un 11% de mujeres reconoció haber utilizado un método de barrera al tener encuentros sexuales con una pareja de su mismo género. ¿El motivo? Creen que no hay chances de contraer enfermedades de transmisión sexual. Sin embargo, eso no es así.
En marzo de 2014, se difundió el caso de un contagio de VIH de una mujer a otra, en Texas, Estados Unidos. La paciente habría adquirido el virus durante los seis meses de relación que tuvo con su pareja que era seropositiva. Se supo que la transmisión fue de ese modo, luego de que el análisis de la cepa del virus de la mujer infectada resultara ser en un 98% igual, genéticamente, con la que tenía su compañera. No es el único caso y si bien las probabilidades de contagio de VIH en este tipo de encuentros son menores, también están todas las otras enfermedades de transmisión sexual como clamidia, sífilis o hepatitis B que pueden adquirirse fácilmente, por ejemplo, al practicar sexo oral sin preservativos. Entrevistada por Entremujeres, la doctora Romina Mauas, coordinadora médica de Helios Salud, habla sobre el tema y detalla qué tipo de medidas de precaución se deben tomar.
¿Por qué creés que las mujeres suelen tener menos cuidados? ¿Es un caso de desinformación?
Existen dificultades evidentes en la atención de la salud en mujeres homo y bisexuales, que llamaremos Mujeres que tienen Sexo con Mujeres (MSM). Hay varias revisiones recientes respecto al conocimiento, actitudes y comportamiento de MSM respecto a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) en general y al VIH en particular. Habitualmente, los resultados muestran escaso conocimiento sobre las adecuadas pautas de cuidado en relación a estos temas. Alrededor de entre un 80 y 90% de las entrevistadas reconoce no utilizar métodos de barrera cuando practica sexo con alguien de su mismo sexo, según se publicó en la revista PlosOne 2012.
En nuestro país se llevo a cabo durante 2013 un estudio descriptivo de corte transversal, cuantitativo, con objetivo de describir las barreras en la atención de la salud sexual y la autopercepción del riesgo a contraer ITS de las MSM (Burgos LM, Buedo PE y Silberman P.). Durante el mismo, se realizó una encuesta por Internet a 161 mujeres homo y bisexuales mayores de 18 años. El 97,5% había asistido alguna vez a una consulta médica. Pero no se interrogó sobre su orientación sexual en el 82,8% de los casos y el 93,6% reconoció no haber recibido información sobre salud sexual. Asimismo, el 83,8% percibe poco/nada de riesgo de contraer ITS; el 48,4% desconocen métodos de protección entre mujeres; el 77,5% refirieron no utilizarlos, siendo los motivos: pareja estable, incomodidad y que no se consiguen. Los resultados de dicha investigación identifican también en nuestro país la baja percepción de las MSM sobre las ITS, y la dificultad del abordaje de los profesionales de la salud en torno a esta temática.
Es probable que con servicios médicos adecuadamente entrenados, con información médica suficiente y accesible contemplando todos estos puntos, mejoren los cuidados durante el sexo entre mujeres. En nuestro país, el equipo de Diversidad Sexual, dentro del Área de Prevención de la Comisión de VIH-SIDA e ITS del Ministerio de Salud de la Nación se está ocupando de esta problemática.
¿Cuáles son los principales riesgos de contagio que existen según las distintas formas de encuentros sexuales que puede haber entre mujeres? (ejemplo: en el caso de sexo oral, masturbación, juguetes sexuales, contacto por frotación?)
El principal factor de riesgo en el caso del sexo con penetración es el intercambio de juguetes sexuales, o su uso forzado que conlleva traumatismos. En el caso del sexo sin penetración (oral-vaginal, oral-anal o contacto directo genital-genital) el HPV o el herpes genital pueden transmitirse (incluso a través de áreas no cubiertas por un campo de latex o el preservativo utilizado en los casos de bisexualidad). El sexo oral puede conllevar menor riesgo de transmisión sexual del VIH, pero no así de otras ITS como la sífilis o la Hepatitis B.
¿Realmente hay menos chances de contraer algunas enfermedades sexuales en el caso del MSM? En caso de que fuera así, ¿cuáles y cuánto menos riesgoso es?
En relación a las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), es importante aclarar que el riesgo de transmisión depende básicamente de las prácticas sexuales y no de la orientación sexual. Hay evidencia clara respecto a la transmisión de Chlamydia trachomatis (uno de los agentes etiológicos de la enfermedad inflamatoria pélvica), el papillomavirus humano (HPV) o de la elevada prevalencia de vaginosis bacteriana en MSM, esto último especialmente en aquellas mujeres con un elevado número de parejas sexuales femeninas. En un estudio canadiense realizado en 2012 y publicado en The Journal of International AIDS Society se describe que, sobre una población de 440 MSM en Canadá, un quinto de las pacientes había padecido una ITS a lo largo de su vida. Estas tasas corroboran las halladas también en cohortes americanas. Por lo tanto, sería interesante poner más atención en esta vía de transmisión y reunir evidencia científica al respecto. Esto va a redundar en mayor y más adecuada protección durante esta prácticas sexuales.
Respecto al VIH, habitualmente no se considera a las MSM como población vulnerable, dado que el riesgo de transmisión sexual del virus entre mujeres se asume como bajo (no inexistente). Existen reportes de casos aislados que sugieren la posibilidad de una transmisión sexual, especialmente cuando está asociado al uso de drogas intravenosas, aunque faltan estudios sistemáticos al respecto. La escasez de estudios se atribuye a que la atención está puesta en la vía de transmisión sexual más frecuente, que es la heterosexual. Según el Boletín Epidemiológico sobre VIH-SIDA del Ministerio de Salud de la Nación, el 90% de las mujeres en nuestro país se infecta con VIH por esta vía. La prevalencia del VIH en lesbianas es menor que en otros grupos, aunque no inexistente.
4. ¿Qué tipo de medidas de protección se sugiere para cada tipo de encuentro sexual?
Lo que se sugiere es prevención dependiendo de la práctica. Entre las medidas más importantes se destacan:
*No intercambiar juguetes sexuales o cubrirlos con un preservativo previo a su uso.
*Utilizar lubricantes compatibles con el preservativo.
*No usar doble preservativo.
*Utilizar el preservativo femenino (si se consiguen) o un campo de latex.
*Vacunación contra el HPV y Hepatitis B.
*En caso de tener sexo con penetración de partes del cuerpo (dedos, mano) se pueden utilizar guantes de latex y/o realizar una higiene de manos antiséptica.
*En caso de bisexualidad, se recomienda el uso de preservativo masculino durante todo el acto sexual, especialmente si es un contacto ocasional (esto no elimina el riesgo de HPV o Herpes genital que puede transmitirse por frotación de áreas no cubiertas por el mismo).
Me parece importante remarcar la importancia de acceder a la consulta médica, dentro de un marco adecuado para poder revelar su orientación sexual sin sentir miedo a ser estigmatizadas o discriminadas. Esto les permitirá obtener información y consejería adecuadas, un examen físico, la posibilidad de testeo de las diferentes ITS, en caso de ser necesario; y accderán al examen ginecológico con PAP anual. Desde el área de salud, se trabaja día a día para que los servicios estén capacitados y al alcance de las necesidades de cada mujer, independientemente de su orientación sexual.
Por: doctora Romina Mauas