Apenas horas antes de la declaración que Ibar Esteban Pérez Corradi debía hacer en los tribunales de Comodoro Py, un pedido llegó desde el Ministerio de Seguridad de la Nación para que el acusado por el triple crimen de General Rodríguez no sea trasladado.
La cartera que conduce Patricia Bullrich le envió ayer a la jueza María Servini de Cubría el pedido para que sea ella quien se acerque al lugar en el que el presunto narcotraficante se encuentra detenido.
Fuentes oficiales confirmaron que el pedido fue realizado por “cuestiones de seguridad”, pero no dieron muchos más detalles al respecto.
Más tarde, la propia Bullrich explicó en radio La Red: “Tuvimos una conversación ayer con la jueza Servini de Cubría y dadas las dificultades del traslado, más un dia como hoy en el que hay un intenso movimiento en Comodoro Py, a la doctora le pareció correcto hacerlo así”.
La magistrada se trasladará entonces hasta el edificio Centinela de Gendarmería Nacional en el barrio porteño de Puerto Madero. En un principio, la indagatoria había sido fijada para las 11 de la mañana, pero tras el cambio de lugar será retrasado para una hora aún no definida.
Pérez Corradi es señalado por la Justicia como el ideólogo del asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina. Tras haber sido extraditado este martes por Paraguay, debe declarar hoy en el marco de la causa que investiga el denominado Triple Crimen de General Rodríguez, ocurrido en 2008.
Dado que hoy también hacen presentaciones la ex presidente Cristina Kirchner -por la causa dólar futuro- y el empresario de obra pública Lázaro Báez -por la ruta del dinero k-, un megaoperativo de seguridad fue montado desde la madrugada en las inmediaciones del edificio ubicado en Retiro.
Según dijo el propio Pérez Corradi y sugirieron sus abogados, las palabras que profiera hoy quien estuvo cuatro años prófugo podrían involucrar a ex funcionarios kirchneristas en la ruta de la efedrina. “En el tema de los precursores químicos, tanto efedrina como cocaína, (José Ramón) Granero —ex titular de Sedronar— le rendía cuentas a Aníbal Fernández. Y en el tráfico de efedrina, legal e ilegal, estaba vinculado Ricardo Echegaray con un container que entraron disimulada con azulejos”, apuntaba el acusado en un audio que se difundió en los últimos días.
“Pérez Corradi va a hablar”, confirmó uno de sus abogados, Carlos Broitman, ante la posibilidad de que pudiera abstenerse. “Él sabe quién es La Morsa”, sentenció , en alusión al misterioso mote que figura en el expediente de la causa, cuya identidad aún no pudo ser acreditada por los investigadores. Y añadió que su cliente “va a hablar con elementos y con pruebas para llegar a determinar a quién llaman La Morsa y qué grado de responsabilidad tienen algunas personas”.”La morsa existe”, confirmó el letrado, al tiempo que deslizó: “Capaz hay más de una Morsa…”.
El ex empresario llegó a la Argentina a las 17.15 de este martes en medio de un intenso operativo de seguridad, luego de que la Justicia de Paraguay autorizara su extradición. El acusado pasó la noche en la Unidad de Procedimientos Judiciales de Gendarmería -el mismo lugar donde en su momento pasó la noche Ricardo Jaime-, custodiado por 50 efectivos.
Su defensa recordó que Pérez Corradi no declara en calidad de arrepentido, al alegar que es “ajeno” a la causa en la que está involucrado. “Si durante la declaración, a los efectos de comprobar la inocencia de él, tiene que hablar de cuestiones sensibles de otras causas, nosotros vamos a pedir que se acoja al régimen de protección de testigos”, precisaron.
“En la causa del Triple Crimen, va a demostrar su inocencia y va a comenzar un derrotero para despejar todas las dudas que hay con respecto a las vinculaciones en las causas de efedrina, lavado de dinero y cheques para la campaña electoral“, destacó Juan José Ribeli, quien también ejerce la defensa del detenido.
Pérez Corradi, que tiene cuatro procesos en Argentina, fue detenido el 21 de junio en la zona de la Triple Frontera, entre Paraguay, Brasil y Argentina, con documentos falsos y huellas digitales borradas. El ex empresario farmacéutico rechazó en un primer momento su extradición a Argentina, al alegar que su vida corría peligro “porque en la causa estarían involucradas personas muy importantes del gobierno” de Cristina Kirchner.
Está acusado de tráfico de efedrina y de ser el presunto autor intelectual de el triple crimen de General Rodríguez. También está involucrado en presunto lavado de dinero en una causa por irregularidades en la compra y venta de medicamentos para servicios de salud sindicales.