Un estudio realizado a 1.981 parejas heterosexuales de mediana edad en Estados Unidos ha permitido a los expertos descubrir que aquellas personas cuyos cónyuges viven felices tienden con el tiempo a gozar de una mejor salud, según informa en un artículo la Asociación Estadounidense de Psicología a través de su revista ‘Health Psychology’.
“La investigación extiende las conjeturas sobre la relación que hay entre salud y felicidad que implique una única conexión social”, explica William Chopik, profesor de la Universidad Estatal de Michigan y autor principal del estudio.
“Cuando se tiene un cónyuge feliz la salud puede mejorar tanto como el empeño para uno mismo ser feliz”.
Los estudios hechos anteriormente indican que en general las personas felices son más sanas, pero Chopik fue más allá al analizar los efectos que sobre la salud tienen las relaciones personales.
De acuerdo a sus análisis, existen por lo menos tres motivos principales que demuestran por qué una persona podría mejorar su salud cuando tiene un cónyuge feliz, indistintamente de su felicidad propia:
-Los cónyuges felices tienden más a brindar apoyo y cuidado a su pareja que los que no lo son, ya que estos últimos se centran más en sus propias dificultades.
-Las personas no felices pueden ser involucradas por un cónyuge feliz en actividades que beneficien la salud, como un buen sueño, una alimentación balanceada y la práctica de actividad física.
-Un cónyuge feliz hace que la vida de su pareja sea más fácil, y en consecuencia también más feliz.
“Para bien o para mal, la presencia de otras personas en nuestra vida cotidiana es inevitable y no puede haber felicidad en un vacío. El estudio de la población de edad madura nos brinda información para comprender de mejor manera las trayectorias de salud en las etapas cuando corre más riesgos la salud de una persona”, concluye Chopik.