Cuando se lleva un largo tiempo con una misma persona, en una pareja puede suceder que la pasión se vaya atenuando, que el apetito sexual decaiga y que las relaciones íntimas pasen a ser una práctica rutinaria. Con los años, el sexo se transforma y deja de ser igual que como era al inicio de la relación.
Un estudio de hace cinco años realizado en Canadá afirmó que las mujeres son más propensas de aburrirse antes que los hombres en la cama. Aquel trabajo publicado en la revista Journal of Sex & Marital Therapy concluyó que las ganas femeninas decaen mes a mes dentro de una relación, tras exhaustivas encuestas y ensayos en los que participaron 85 parejas heterosexuales.
Tomando como referencia esta y otras investigaciones, un equipo de científicos británicos efectuó un nuevo estudio, publicado en la revista BMJ Open, en pos de precisar en cuánto tiempo aproximado puede llegar a producirse la falta de interés, además de conocer los factores asociados que pueden influir en ello y cómo estos varían según el género.
Los especialistas entrevistaron a 4.839 hombres y 6.669 mujeres (de entre 16 y 74 años) que habían tenido al menos una pareja sexual durante el último año. De ellos, el 34% de las mujeres reveló que su interés por el sexo se reducía en una relación larga, aproximadamente después de un año. Por el lado de los hombres, la tendencia fue mucho menor, ya que solo el 15% de los consultados respondió del mismo modo.
En concreto, después del primer año de relación, las mujeres se aburren de tener relaciones sexuales con su pareja y muestran cuatro veces menos interés por el sexo que las que llevan menos tiempo comprometidas. La escasa disponibilidad, la performance o la poca creatividad pueden ser determinantes. Pero para los expertos, la mala salud física y mental, la mala comunicación y la falta de conexión emocional durante el sexo fueron las principales razones por las que los analizados perdieron interés.
También en el caso particular de las mujeres, la disminución de la libido se vio influenciada por la presencia de niños menores de cinco años en el hogar. Y los investigadores de la Universidad de Southampton y la University College de Londres sostuvieron además que no observaron pruebas de que la menopausia fuese un factor.
Según los resultados, la falta de interés para los hombres fue mayor entre los de 35 y 44 años, punto en el que para las mujeres alcanzó el máximo entre los 55 y 64. El rango etario es clave para la reducción de la actividad sexual. Por ejemplo, los participantes de entre 18 y 29 años mantenían un promedio de 112 actos sexuales por año. Los encuestados de 30 a 39 años, tenían sexo 86 veces al año, mientras que los situados en la franja de edad entre los 40 y los 49 años, lo hacían unas 69 veces.
Cynthia Graham, profesora de salud sexual y reproductiva en la institución de Southampton y líder de la investigación, dijo que los hallazgos aumentaron la comprensión de la carencia del deseo en el sexo y en cómo tratarlo. “Esto pone de relieve la necesidad de evaluar y, si es necesario, tratar los problemas del deseo sexual de una manera holística y específica de la relación, así como de género”, señaló.