Secuestraron la escritura de la casa de Cristina en Río Gallegos en allanamientos por Los Sauces

Hubo operativos en tres escribanías por compras irregulares de inmuebles de los Kirchner.

Río Gallegos volvió a ser escenario de múltiples allanamientos vinculados a los Kirchner: la Justicia dispuso operativos en tres escribanías por la causa “Los Sauces”, en la que que se investiga a la exPresidenta por “falsificación de documentos públicos”.

En los allanamientos -ordenados por el juez federal Claudio Bonadio- secuestraron documentación sobre operaciones de compra venta de inmuebles de la sociedad, entre los que está el chalet en el que descansa Cristina cuando viaja a la capital santacruceña.

Uno de los procedimientos fue en la oficina de Leandro Albornoz, un hombre clave en los negocios de la familia Kirchner y Lázaro Báez, ya que el escribano certificó gran parte de la documentación investigada en “La ruta del dinero K”.

Otro de los operativos fue en la escribanía de Norma Abuin, donde se pidieron los documentos de la compraventa del chalet de Cristina Kirchner en la costanera de Río Gallegos. Por esta operación el fiscal federal Carlos Rívolo imputó a Osvaldo Sanfelice -socio de Máximo Kirchner en negocios inmobiliarios- bajo la sospecha de haber participado de una maniobra de lavado de dinero. Sanfelice compró el chalet por $ 200.000 y se lo vendió a Los Sauces SA por US$ 250.000.

La Justicia investiga si no se trató de una maniobra de lavado, mientras que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) analiza un Reporte de Operación Sospechosa (ROS) sobre esta operación inmobiliaria. En ella figura Máximo como “apoderado” de Los Sauces. La otra escribanía allanada fue la de Jorge Ludueña -otro hombre de confianza de Cristina-, y se pidió información sobre una parcela del hotel boutique Los Sauces ubicado en El Calafate.

Una de las órdenes de los operativos fue secuestrar toda la información relacionada con Báez y Cristóbal López. Los empresarios K son investigados en la causa al igual que Cristina, para determinar si los alquileres de los empresarios K de inmuebles de esta sociedad eran en realidad sobornos para la entonces Presidenta, a cambio de favores con contratos del Estado.