El político conservador Sebastián Piñera, de 68 años, fue investido hoy presidente de Chile en una ceremonia solemne celebrada en la sede del Congreso, en el puerto de Valparaíso.
“Sí, juro”, dijo con voz firme Piñera cuando el presidente del Senado, el socialista Carlos Montes, le dirigió la pregunta de rigor: “Juráis o prometéis desempeñar fielmente el cargo de presidente de la República, mantener la libertad de la nación, resguardar la Constitución y las Leyes?”
Enseguida, la presidenta saliente, Michelle Bachelet, le entregó la banda presidencial a Carlos Montes, quien procedió a colocársela a Piñera, con algunos problemas menores que llevaron a Bachelet a preguntarle, “¿Te ayudo, Carlos?, entre risas de quienes estaban más cerca.
Bachelet procedió en seguida a colocar en la banda la piocha de O’Higgins, uno de los símbolos del mando, completando el ritual.
Piñera, de 68 años, se convierte en el primer político conservador en ocho décadas en gobernar Chile por segunda vez tras conseguir una rotunda victoria en las elecciones de diciembre pasado.
La llegada del magnate al poder es también el fin de una generación de mujeres líderes de América Latina. La saliente gobernante socialista Michelle Bachelet era la última mujer jefa de estado en una región en que la balanza política se ha vuelto a inclinar hacia la derecha conservadora.
El presidente electo, que estuvo al mando del país entre el 2010 y 2014, ha prometido que corregirá polémicas reformas tributarias y sociales impulsadas por Bachelet, las que a su juicio arrastraron a la economía del mayor productor mundial de cobre a su peor momento en casi una década.
Pese al contundente respaldo del electorado, Piñera no contará en el Congreso con la sólida mayoría necesaria para llevar adelante sus principales promesas de campaña, por lo que junto a sus ministros deberán demostrar habilidades para tejer alianzas con algunos sectores de la oposición.
“Piñera aprendió mucho en el primer gobierno y tiene mucha más experiencia, lo que le dará más madurez para tomar decisiones. Y creo que su gabinete, con mucha gente de los partidos políticos, también lo apoyará”, dijo Kenneth Bunker, analista de la Universidad Central de Santiago.
Contrarreloj, el hábil hombre de negocios sostuvo en las últimas semanas múltiples reuniones con sus futuros ministros para definir claramente los ejes y medidas que implementarán en cada una de sus áreas en el corto plazo.
“La idea es tomar con mucha urgencia que Chile vuelva a crecer, crear empleos, mejorar las pensiones, hacerse cargo de la infancia, la clase media y la modernización del Estado (…) ese es el mandato que recibimos”, dijo el nuevo ministro secretario general de la Presidencia, Gonzalo Blumel.
En esa línea, Piñera ya definió que su primera actividad como jefe de Estado será visitar la tarde del domingo la fundación de apoyo a menores Padre Semería, desde donde entregará sus primeras medidas en materia de infancia, una de las áreas peor evaluadas del saliente gobierno.
En la antesala de su investidura, el mandatario electo sostuvo reuniones con delegaciones y los presidentes de Perú, Ecuador y Honduras, entre otras autoridades.
A la ceremonia del cambio de mando también asistirán los mandatarios de Brasil, México y Argentina, junto con el vicepresidente de la Asamblea Popular China, Ma Peihua.