Rocío Gancedo, exparticipante de Gran Hermano 2011 y mediática, tomó la decisión más trágica. Se tiró del balcón de su departamento del quinto piso de la calle Arévalo y Báez, en el barrio porteño de Las Cañitas. Sufría depresión y se había internado en marzo en una clínica psiquiátrica por voluntad propia durante 20 días.
Rocío, de 29 años, vivía sola y hace apenas unos meses, en agosto, se había mostrado alegre en las redes sociales después de un corte de pelo radical y decía que se sentía “libre y feliz”. En ese entonces, hablaba de una “nueva etapa”, tras meses agitados por su internación.
Después de salir de la casa de Gran Hermano -fue la primera eliminada en esa edición-, Rocío se volcó a los medios y atravesó diversas etapas con respecto a la exposición: primero la disfrutó. Hizo temporadas de teatro durante el verano, se la vinculó con distintos futbolistas y hasta llegó a posar desnuda en la revista Playboy. En 2014 probó otro rumbo e incursionó en la política de la mano del Frente Renovador y este año tuvo otro intento de militancia junto a José Ottavis.
En 2016 tomó una decisión importante. Se alejó de los medios y se unió a la Iglesia Evangélica. “Es Cristo la solución y encontré mi casa. Mi familia está acá. A ver, es el mismo cuerpo, pero distinto espíritu”, explicó en ese momento, sobre su cambio de vida.
El punto de quiebre fue cuando murió su padre. El hombre peleó contra una enfermedad durante 2 años y ella estuvo a su lado. Según contó, allí pudo conocerlo realmente, porque hasta ese entonces, sólo tenía la imagen que le proyectaba su mamá, de un infiel y mentiroso. Esa partida hizo que se removieran muchas cosas de su infancia, como un abuso que sufrió a los 6 años, que su madre siempre minimizó.
“El tema del abuso me vino cuando mi papá murió. Se ve que me removió tanto dolor. Dije, ‘¿por qué las cosas no me salen bien? ¿Nada me hace feliz?’ Ni la sonrisa de mi sobrina me estaba haciendo feliz. No puedo hacer feliz a ningún hombre, ningún hombre me hace feliz. Yo sabía que había algo atrás”, relató en Intrusos, en una conmovedora entrevista, una de sus últimas.
El parte policial
Comisaría 31 de la Policía de la Ciudad se labran actuaciones suicidio lugar Báez al 200, edificio, lugar donde vivía una señorita de aproximadamente 29 años. La misma vivia sola y se arrojo a la via publica desde el balcon cayendo a la vereda pegando parte del cuerpo en una moto que se hallaba estacionada sin ocupantes. En consulta con fiscalía dispuso consigna en el inmueble y que concurra al lugar el gabinete de criminalística.
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