Para empezar, tenemos que saber que el hábitat es el sitio donde un organismo vive y encuentra todo lo que necesita para sobrevivir como refugio (casa), agua, alimento y espacio. Para poder vivir en el medio, necesitamos tener estos elementos. El conflicto surge cuando solo una parte de la población tiene acceso a dichas necesidades.
Es por ello que no se puede celebrar este día sin olvidar a las mil millones de personas que viven en barrios marginales. Puesto que no todos/as se sienten integrados/as, sigue siendo necesario reflexionar sobre ello. El Día del Hábitat debe ser una fecha para dar voz a los habitantes de las zonas más separadas.
No todas las personas tienen acceso a un medio que le proporcione unos servicios básicos; viven en condiciones precarias. Un ejemplo de ello, son los pueblos africanos del sur del Sáhara donde, según un artículo de Amnistía Internacional de 2012, casi tres de cada cuatro residentes viven en asentamientos precarios o informales. Una cifra en la que hasta ahora no hemos conocido otros resultados más alentadores.