Cuatro mujeres de Estados Unidos recibieron con éxito un trasplante de útero de donantes vivas en el Centro Médico de la Universidad de Baylor, Dallas, Estados Unidos. Las cirugías se llevaron a cabo entre el 14 y el 22 de septiembre, aunque tres de los trasplantes se retiraron luego de que las pruebas determinaron que los órganos no estaban recibiendo el flujo de sangre normal. Sin embargo, una de las pacientes todavía tiene su órgano y no mostró signos de rechazo hasta el momento.
Esta no es la primera vez que se realiza este tipo de intervención, ya que existen antecedentes en Suecia, donde desde 2012 ya se han realizado nueve trasplantes. Cinco de ellos fueron exitosos y ya pudieron ser madres. Es más, una de las mujeres fue mamá en dos oportunidades.
“Si nos fijamos en esto desde la perspectiva de la ciencia, es algo en lo que hemos progresado mucho, y tenemos un paciente que lo está haciendo bien”, explicó el doctor Giuliano Testa, cirujano principal de las intervenciones en Baylor. Y agregó: “Este es el comienzo de una gran historia para la medicina”.
Las mujeres padecen un extraño mal, conocido como el síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), por el que nacieron sin útero y que afecta a una de cada 4.000 mujeres en el mundo.
“No se puede descartar el deseo de una mujer de tener un embarazo normal, de llevar a su propio hijo y parir. Es parte de la naturaleza humana”, dijo.
Las mujeres recibieron los órganos de “donantes altruistas”, o sea, otras mujeres que no guardan relación sanguínea con las receptoras y de las que se guarda la identidad. Sin embargo, desde Baylor informaron que las que recibieron los trasplantes se encuentran entre los 20 y los 35 años, mientras que las donantes tienen entre 35 y 60.
Además, el concepto altruismo no es azaroso, ya que más de 50 mujeres se ofrecieron como voluntarias para donar su útero.
“Estoy totalmente sorprendido por la respuesta de las posibles donantes. Se acercaban a la clínica y nos decían: ‘Tuvimos nuestra oportunidad de convertirnos en madres, y ahora tenemos un útero que ya no utilizaremos. Podemos donarlo para las personas que realmente lo necesitan'”, dijo Testa.
Esta es la segunda vez que un hospital estadounidense realiza este tipo de intervención. En febrero pasado, la Cleveland Clinic realizó sin éxito el primer trasplante, pero de un donante fallecido. Lamentablemente, a menos de dos semanas de la intervención, Lindsey McFarland, la mujer que recibió el útero, tuvo una infección que obligó a los médicos a retirar el órgano.
Al ser una intervención en desarrollo, no existe ningún seguro médico que la cubra. En EEUU, el costo varía entre los USD 150.000 y los USD 500.000.