Una de las características de los grandes pensadores es que pueden contener conceptos conflictivos en solo una frase. Hace más de cinco siglos, el escritor español Miguel De Cervantes Saavedra aseguró: “El amor y el deseo son dos cosas diferentes; que no todo lo que se ama se desea, ni todo lo que se desea se ama”.
El licenciado en psicología y reconocido escritor Gabriel Rolón afirmó que se puede amar y ser infiel al mismo tiempo y que estas ideas no son sencillas de asimilar, porque cuando se ama, lo común es querer “garantizarse la fidelidad del otro” y que el otro “vuelque todo su deseo” solo en uno.
“HAY QUE ENTENDER QUE EL AMOR Y EL DESEO NO SON LO MISMO”.
Para el especialista, el amor “tiende a idealizar” al otro. Por eso se suele decir que una persona es “maravillosa”, “una madre increíble” o “un padre protector”: “Siempre se habla de una imagen totalizadora, idealizada”, argumentó.
“En cambio, cuando se habla de deseo, las palabras y las frases son degradadas. En la conjunción del encuentro erótico, no se encuentran palabras maravillosas porque uno desea una mirada, una parte de un cuerpo o un gesto”, añadió.
Entonces, ¿cuál es el desafío de una pareja que quiere construir de un lado amor y del otro deseo? Para Rolón, la manera más efectiva de llevar adelante esa dicotomía implica “seguir idealizando”, “evaluando al otro como alguien total, con actitudes nobles y gestos conmovedores”. Destaca que hay que “clavar la mirada en alguna parte de su cuerpo y sentir cómo el erotismo lo recorre”.