Se olvidaron de los goles

En la jornada de domingo, en la fecha de clásicos, no hubo goles.

La fecha mas esperada por los amantes del fútbol, sin dudas era esta. Se jugaban los clásicos, algunos luchando por el campeonato y otros solamente por el honor.

Arrancó la fecha con la victoria de Atlético Rafaela sobre Patronato por 3 a 1, y el comienzo del fin de semana parecía prometedor. Sin embargo fueron pasando los partidos y la cantidad de goles fue disminuyendo. Tal es así que llegamos al domingo con 13 goles convertidos en los 9 partidos que se jugaron entre viernes y sábado.

El domingo la acción comenzaba temprano, con Newell’s-Central, y como es habitual el panorama en la previa era alentador, teniendo en cuenta la rivalidad que hay entre ambos equipos y como venía jugando cada uno. Pero toda especulación se fue al tacho cuando el partido terminó sin goles. Pero esto recién empezaba.

Después del clásico rosarino venía el plato fuerte del domingo, Boca-River. Con la expectativa de siempre, con los condimentos necesarios que se dieron durante la semana como para que el que salga victorioso, se gane el derecho a ‘gastar’ al otro por la derrota. La cancha en pésimo estado, el último enfrentamiento en la bombonera que terminó con el famoso gas pimienta, con ninguno de los dos peleando en torneo local pero si la Libertadores, en fin, todo indicaba que el partido podría tener varios goles. Pero no fue así. Terminó 0 a 0.

Entonces las fichas estaban puestas en el ‘cilindro’ de Avellaneda, donde Racing recibía a Independiente, en un clima de mucha euforia, donde se se jugaban el honor del barrio, un encuentro que marcaría el último clásico del ‘Príncipe’ Milito, las ganas de verlo convertir frente al rojo. Pero el arco se cerró y tampoco hubo goles.

La última esperanza de ver a alguien festejar el domingo se trasladaba a Córdoba, donde Belgrano recibía a Atlético Tucumán, con delanteros como el ‘Cuqui’ Márquez en el pirata, como el pulga Rodríguez en la visita. Delanteros que siempre aportan lo suyo, el grito sagrado, el gol. Pero tampoco pudo ser.

En definitiva, como dirían en el barrio, “mas aburrido que un domingo sin fútbol”… hoy encontramos la respuesta… “un domingo sin goles”.

Por: Nicolás Romero