“Lo tenían como a un perro”, contó un vecino del nene que fue encontrado atado y amordazado en su casa de San Luis. Marcelo Guerra vive al lado de la casa del horror. Su hijo, un amiguito del chico que sufrió la violencia de sus padres, lo alertó sobre la situación. El hombre reveló que hace varias semanas que pasaba esto.
El nene de 7 años fue encontrado por la policía. Las autoridades sanitarias y de desarrollo social de la provincia intervinieron en el caso que se conoció el sábado. Emiliano, uno de los testigos que entró con la policía contó que el nene estaba atado con una cadena de perro que estaba atornillada a la pared. “Solo le permitía sentarse pero no podía llegar ni al baño ni a la cocina”.
Además dio detalles del estado en que los padres lo dejaban. “Dijo que le ataban las manos para que no se pudiera soltar ni sacarse la mordaza de la boca”.
Los padres están acusados de “privación ilegítima de la libertad agravada por mediar violencia”. Se negaron a declarar y seguirán detenidos. El nene y sus hermanas mayores quedaron a cargo de una “familia solidaria”.
Eugenia Cantaloube, jefa de Desarrollo Humano y protección social de San Luis aseguró que la víctima de esta historia cruel “está contenido”. La funcionaria contó que le hicieron los estudios a sus dos hermanas, que estaban en perfecto estado de salud. Sobre la víctima de este horror, Cantaloube agregó: “Es un niño súper vivaz”.
Otros familiares se acercaron a reclamar la tenencia de los chicos pero todavía se investiga si están en condiciones de contenerlos.
Por su parte, la titular del programa “Familia solidaria”, Andrea Lucero Gritto, aseguró que los chicos quedaron con una “familia solidaria”, un programa de contención transitoria. “Buscamos una familia que pueda contenerlos inmediatamente y donde se cumplan todos sus derechos”. Gritto confirmó que la familia donde irán tiene antecedentes con otros chicos que fueron incorporados al sistema y se desempeñaron bien en esos casos.
Virginia Palacios, la jueza de San Luis a cargo de la causa, explicó en TN que el nene “presentaba una disociación del discurso como mecanismo de defensa para inmunizarse frente al trauma”.