Posadas y Clorinda sufren hoy nuevamente los altos costos en los combustibles. La caída del Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) provocó un alza en los precios de un 13%, que repercute de lleno en los bolsillos y complica un poco más a las ya alicaídas economías fronterizas.
Sin embargo, aún se aguarda que el gobierno nacional tome cartas en el asunto y decida aplicar el beneficio especial, previsto en los nuevos cambios, para tratar de paliar las asimetrías, lucha que desde hace años se viene librando desde Misiones.
No es menor resaltar que a principio de este año se había decretado la prórroga por segunda vez del ITC Diferenciado, hasta el 14 de julio de este año.
Hoy, al nuevo aumento de combustible efectuado en enero (del 6%) se suma la desaparición del beneficio, lo que hace retroceder casilleros a la provincia y la posiciona nuevamente en una zona desfavorable para la competitividad comercial.
La desaparición del beneficio
Fue por la reforma tributaria sobre el sector en cuestión que el Impuesto a la Transferencia de Combustibles (ITC) dejó de existir el último jueves. Con esa ausencia, ahora se aplica un nuevo impuesto llamado Impuesto a los Combustibles líquidos (ICL). Rápidamente las estaciones de servicio cambiaron los valores de sus pizarras, con un aumento del 13% en promedio.
El nuevo Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) consta en un monto fijo, pero también se agrega otro impuesto, al dióxido de carbono. Entre los dos suman unos $6,28 por cada litro de nafta, lo que se iría reviendo cada tres meses.
Sobre esto, se refirió Faruk Jalaf, presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios del Nordeste (Cesane) en Acá te lo Contamos por Radioactiva 100.7 y sostuvo que lo más probable es que el beneficio siga pero con otro nombre. “Estaba aprobada la continuidad hasta julio de este año. Calculamos que va a seguir, pero en vez de ITC será ICL”, afirmó. Aunque distinguió las diferencias: “El ICL es un impuesto fijo que no se va a modificar con el precio del combustible, a diferencia del ITC, que cambiaba con el precio del combustible y por eso en los productos premium eran más caros”.
En tanto, Juan Manuel Fouce, presidente de la Cámara Misionera de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Caemtap), dijo que aunque a ellos no les afecta directamente el ITC (debido a que no cargan en surtidores) sí, tienen otros impactos, como el subsidio que reciben las empresas de transporte de combustibles. Por eso indicó que “a comienzo de año nos dieron un 15% de incremento tarifario, y eso hoy se licuó. Veníamos con bajas tarifas reclamando incrementos y ahora estamos peor”.
“Tenemos pensado nuevos incrementos. Necesitamos una nueva tarifa para mitad de año, producto de la inflación. Estamos en un 60% de tarifa para abajo, sabemos que el Estado no nos va a dar tanto, pero la posibilidad de negociar lo necesitamos”, remarcó.
Gestiones
La aplicación del ITC diferenciado no fue fácil y costó mucho tiempo de negociaciones, pedidos y reuniones con el gobierno nacional. La primera respuesta afirmativa se hizo efectiva en 2016, y fue el puntapié inicial para la aplicación, que comenzó a regir con el nuevo año -en 2017-.
Puntualmente, en noviembre de 2016, tras meses de solicitudes, el gobernador Hugo Passalacqua anunció la decisión del gobierno nacional de otorgar una rebaja por seis meses en el precio de las naftas que se comercializan en Posadas para paliar la diferencia que existe con los precios de los combustibles en Paraguay.
Fue así que previo al primer día del 2017, la Nación oficializó la implementación de una tarifa diferencial del Impuesto a la Transferencia de Combustible Líquidos y el Gas Natural (ITC) para Posadas (Misiones) y Clorinda (Formosa), dos de las localidades más afectadas por las asimetrías con Paraguay.
Pese a que ayudaría a la zona, se insistió en la necesidad de extenderla a toda la provincia de Misiones, o por lo menos en lo que respecta a gasoil para el interior. Aunque eso nunca avanzó.
Cumplidos los seis meses, en junio de ese año, los estacioneros volvieron a incrementar los valores hasta el 17de julio, cuando se oficializó la prórroga del beneficio siguiendo los parámetros iniciales: para Posadas y Clorinda solamente.
Nuevamente en diciembre de 2017 reinó la incertidumbre sobre la continuidad, hasta que se conoció el nuevo decreto presidencial que extendió el beneficio por otros seis meses, hasta el 14 de julio de 2018.
Sin embargo, las nuevas reformas y cambios generaron una marcha atrás en la medida paliativa y hoy, Posadas y Clorinda vuelven a tener los precios de los combustibles muy lejos de los valores que se mantienen en Encarnación. Del lado paraguayo, el promedio de precios ronda los 20 a 22 pesos, mientras que en Posadas hay una diferencia de casi diez pesos.
Asimetrías
La medida fue siempre pensada para tratar de equiparar los valores de la nafta y el gasoil con los precios de Encarnación. Se plantea que la diferencia de valores trae como consecuencia que la población de Posadas se traslade a Encarnación para adquirir el combustible necesario para sus vehículos y de paso, realizar compras.
No obstante, aunque la disminución de precios se sintió, los comercios siguieron sufriendo el escape financiero hacia el país vecino, y solicitaron otras herramientas de competitividad para añadir, como la reglamentación del artículo 10 de la Ley Pyme, y una zona especial aduanera, entre otras. Desde el sector comercial y empresario coincidieron en que al ser la única provincia del país con el 90% de frontera, e incluso la única que tiene su capital como ciudad fronteriza, se deben tomar medidas de fondo, basadas en un tratamiento diferenciado.
La reglamentación del artículo 10 de la Ley Pyme – que prevé ciertos beneficios para la zona – es la bandera de lucha de diputados nacionales, provinciales e incluso autoridades locales. También se planteó la zona especial aduanera, como la que tiene Tierra del Fuego, que primero surgió como zona franca y hoy cuenta con características únicas como la excepción en el IVA y Ganancias, entre otras medidas.
Mientras tanto, los consumidores, aguardan una nueva compensación para las ciudades de frontera, lo que volvería a cambiar y reducir precios; y pondría además en carrera nuevamente a los alicaídos comercios posadeños.
Por Nazarena Torres
torresnazarena@gmail.com