Las lupas se maximizan sobre la figura de Santi Maratea, otra vez su nombre se viraliza con fuerza inusitada, como un tsunami furioso. El influencer sacudió la opinión pública al calzarse al hombro la titánica tarea de recaudar fondos para ayudar con los incendios de Corrientes.
Esa maravillosa capacidad de generar confianza en miles y miles de personas provocaron que las donaciones atravesaran largamente los 100 millones de pesos, que serán destinados de manera directa para la compra de recursos, de insumos para los voluntarios que batallan contra el fuego.
Todo ese accionar loable impulsó al influencer a convertirse en el hombre del momento, a raíz de los elogios de miles y miles de ciudadanos, así como por los debates que se crearon en torno a su labor descomunal, que también activó a algunas voces detractoras.
En su visita al diván de Flor de la V, Santi hendió las puertas de su plano más íntimo y compartió su visión respecto a la adopción. “De chico tengo algo con eso, me interesa, lo tengo que hacer, y algún día haré”, contó con total sinceridad.
En cuanto a la profundización de su proyecto, que dista de una familia tradicional, Maratea reveló su gran anhelo: “Pero no es tanto que quiera ser padre, sino que lo veo más por el lado de poder ayudar a un pibito que ya nació y que necesita ayuda de un adulto”.
En pos de clarificar su pensamiento en sintonía con esta temática, Santi añadió: “Supongo que por ese lado (de adopotar un chico), de suceder algo así terminaría, no obviamente en un lugar paternal. Porque no es que lo que esté buscando sea arma una familia. No todavía. No sé, voy creciendo…”.