En la meta de reproducir imágenes lo más realistas posibles, la evolución fue vertiginosa: no se tardaron muchos años en saltar del LCD al LED y al OLED. Frente a ese panorama, Samsung rompió los esquemas al presentar su cuarta generación de televisores, los SUHD con tecnologías Quantum Dot y HDR 1000, con los que ofrece, entre otras cosas, un rango de mil millones de colores en detalle, una capacidad de brillo más alta que la de las pantallas convencionales, hasta tres veces más durabilidad y una composición libre de cadmio.
Con una participación en el mercado que supera el 30% a nivel mundial, Samsung es desde hace una década el mayor fabricante de televisores del mundo. El gerente regional de producto de TV, Edgar Kato, fue tajante sobre el futuro de sus pantallas OLED. “Dado que es aún una tecnología inestable y tiene todavía aspectos por solucionar como es el caso de su vida útil y brillo, no vamos a apostar por ella ahora”, sentenció, lejos de la apuesta de sus competidoras.
Justamente el objetivo del seminario que organizó en Ciudad de México fue preparar a los medios para “educar a los consumidores sobre las diferentes tecnologías”, más precisamente, entre OLED y SUHD. Pero ¿cuáles son las ventajas de esta última?
Quantum dot display de 10 bits
El color azul es muy efectivo en los televisores que aplican la tecnología convencional, pero no ocurre lo mismo con el verde y el rojo, porque ambos producen un área contaminada de color, lo que afecta la pureza. La tecnología Quantum Dot (QD), que se aplica en otros rubros y por primera vez llega a los televisores, soluciona en gran medida esa deficiencia.
Actualmente las pantallas usan luces LED de color azul, que están completamente recubiertas de una capa de fósforo amarillo, lo que produce luz blanca. En cambio, los LED de las pantallas SUHD de Samsung generan una luz azul completamente pura, que pasa a través de unos diminutos cristales, los denominados Quantum Dot, que miden entre 2 y 6 nanómetros, algo así como 20 mil veces menos que un cabello humano.
La particularidad de estos cristales es que son de diferente tamaño. Cuánto más grande, más cercano al rojo, cuanto más pequeño, más cercano al azul. Gracias a ello, la intensidad de los colores rojo y verde mejora un 20% en comparación con las tecnologías anteriores, ya que no hay contaminación entre las ondas.
Más durabilidad y menos toxicidad
Además de producir colores puros y precisos, la tecnología Quantum Dot usa un material muy eficiente para su eliminación y de alta durabilidad, en comparación con la tecnología convencional, que se gasta tres veces más rápido.
A diferencia de otras compañías, los Quantum Dot que aplica Samsung no están fabricados con la clásica composición que se basa en la unión de selenio con cadmio, dado que este último es altamente tóxico. La compañía surcoreana logró generar su tecnología a partir de la combinación de litio, fósforo y zinc, que generan unos nanocristales muchos más eficientes y estables.
HDR 1.000
Se trata de una tecnología que complementa los QD y que está enfocada en el manejo de las distintas tonalidades de luz para ofrecer una mejor combinación entre las dos variables más importantes de una televisión, color y brillo. Esto genera un mayor contraste entre las imágenes claras y oscuras, acercando el televisor a la forma en la que ve un ojo humano.
Un nit equivale a más o menos la luz de un encendedor. La tecnología HDR (High Dynamic Range) funciona con mil nits, una cifra a la que la tecnología convencional no pudo ni siquiera acercarse.
¿Por qué es importante esa capacidad? La propia industria cinematográfica ha establecido ciertos parámetros para poder representar las tonalidades, los niveles de brillo y de negro, lo más parecido posible a lo que intenta hacer el director. Para ello se necesita un piso de mil nits.
O sea que cuando se mira una película en una televisión con la tecnología OLED, la cantidad de información que quería mostrar el director de cine no es la misma que se ve en la pantalla, porque cambia la claridad, el brillo y el contraste. Por ende, el nivel de detalle no es igual. Con la tecnología HDR, los niveles de saturación están mucho más elevados, lo que por ejemplo permite ver con nitidez los rayos del sol, que en una pantalla tradicional suelen estar difusos.
Incluso Samsung es la única marca en el mundo que le pudo ofrecer a los estudios cinematográficos una pantalla HDR 1000 para hacer la masterización, que es la adaptación del contenido desde su fuente original para que pueda ser mostrado en las distintas tecnologías. En este momento, no hay ningún televisor en el mercado capaz de reproducir el contenido tal cual fue grabado por la industria, que usa un estándar llamado Rec. 2020 que permite una gama de color mucho más amplia. Pero Samsung es la más cercana en términos de iluminación, contraste y rangos de color. Se acerca en un 95 por ciento. Hay monitores profesionales que ni siquiera llegan a eso.
RGB
Actualmente hay dos tendencias para los televisores UHD o 4K en cuanto al sistema de resolución de imágenes: RGB y RGBW. Samsung apuesta por mantener el estándar tradicional, ya que considera que los cambios afectaron la calidad.
Una pantalla está conformada de mucho pixeles, que de acuerdo a las normas ISO, deben ser autónomos y poder reproducir por sí solos todo el rango de color. De ahí su nombre: RGB es la sigla de rojo, verde y azul en inglés. La nueva tecnología que viene siendo utilizada, RGBW, reemplaza un subpixel de color por uno blanco para economizar gastos.
El cambio redujo la capacidad de generar color, ya que un cuarto de la pantalla termina siendo blanca. Por definición, las pantallas 4K deben tener 3.840 pixeles en la parte superior de la pantalla. Al quitar el 25% -que son subpixeles blancos-, terminan siendo sólo 2.880 pixeles de color. Por ende, los televisores con tecnología RGBW ni siquiera son 4K en sentido estricto, sino 3K, por lo que es importante que los consumidores se aseguren de que están comprando pantallas con pixeles RGB si lo que buscan es una mejor calidad de imagen.
Salto histórico
Durante el seminario, una de las charlas que más llamó la atención fue la del cinefotógrafo y colorista Erwin Jaquez, quien definió a la pantallas con SUHD como el salto más importante de la historia desde el paso de la televisión en blanco y negro al color.
“Desde el cine análogo hasta el cine digital, las cámaras han tenido la capacidad de ver más luz que la que los display pueden mostrar. Los cineastas hemos tenido un cuello de botella en eso”, explicó a Infobae.
¿Cuál es la importancia de la luz? “Al margen del color y el encuadre de una imagen, la luz es fundamental porque la pupila reacciona todo el tiempo, dirige la luz al nervio óptico y el cerebro interpreta esa información junto a los sentidos, lo que ayuda a crear emociones y sensaciones. Hasta ahora, con el nivel de luminancia que había no se podía apreciar todo, era como ver una revista impresa, algo muy limitado”, respondió.
¿Y qué cambió con el SUHD? “Yo hice mediciones con un densitómetro y un exposímetro, y los resultados superaron a los de la mayoría de los monitores profesionales que se usan en el cine para hacer correcciones de color. Estamos a un 5% de lo máximo que podremos lograr”, concluyó.
Por: Juan Pablo Parrilla