Fue una pregunta más de Marcelo Tinelli en una de las tantas previas del Bailando 2016, el jueves por la noche. Pero la respuesta de Sabrina Rojas fue inesperada, al menos para la mayoría. “Iba a traer a Luciano Castro… ¡¿Y Castro?!”, le preguntó el conductor, también amigo del protagonista de Los ricos no piden permiso. “Está en capilla, en casa, en penitencia. No se estaría portando muy bien, así que está en el freezer, y cuando me pinte lo saco”, respondió la mendocina, con una sonrisa nerviosa. Y se dirigió al staff de bailarinas del programa: “Así que hoy, si quieren, ¡se los regalo!” No es casual: con ellas ya había tenido un cruce por su novio.
Una vez que terminó su performance en ShowMatch, Rojas -quien tiene dos hijos con Castro: Esperanza y Fausto– habló con un periodista de Este es el show. “¿Qué hizo Luciano? No, jamás contaría cosas de adentro (de la pareja). ¿Si es ficción o realidad? Un poco y un poco”, respondió, quizás buscando en el humor una evasiva.
Y fue un poco más allá en lo que se refiere a las escenas de sexo que el galán actúa en la ficción de Canal 13. “¿Si lo veo en la novela? Al principio, ya no. Lo tengo en casa, ¿y encima tengo que verlo en la tele? Es mucho… ¿Las escenas fuertes? Ya son muchos años. Me encantaría que haga de padre de… pero bueno, estoy acostumbrada, no me genera nada”, sostuvo la actriz.
Un día después, sentada en el living del programa de José María Listorti, Rojas le bajó un tono a la disputa. “Ya no está freezado”, reconoció. Porque la crisis existió. Aunque los días transcurridos entre su declaración en ShowMatch -se emitió el jueves, pero se grabó el lunes- los ayudaron a superarla. Y volvió a contar un detalle de la convivencia: a lo Leo Montero con su señora, o como Alejandro Fantino hacía con Miriam Lanzoni, duermen en camas separadas.