José María Giménez puso el 1-0 en Ekaterimburgo. A los de Tabárez les costó encontrar el triunfo frente a un equipo africano que no contó con su figura, Mohamed Salah
Por la primera fecha del grupo A de la Copa del Mundo, Uruguay y Egipto se cruzaron en Ekaterimburgo. A los sudamericanos les costó hacer prevalecer su juego y recién en el final pudieron sacar la diferencia de 1-0 a través de un cabezazo de José María Giménez.
Durante la primera etapa, uruguayos y egipcios se repartieron la posesión de la pelota. A los dirigidos por el Maestro Tabárez les costó hilvanar juego a través de sus mediocampistas centrales y De Arrascaeta no estuvo iluminado. Incluso Godín, desde el fondo, fue el único que intentó romper líneas rivales lanzado en ataque.
Con dos líneas de cuatro bien marcadas, el elenco de Héctor Cúper trató de manejar los tiempos y exhibió buenas conexiones hasta el área del adversario. Sin embargo, le costó generar peligro en la zona de juego y dejó en evidencia su falta de jerarquía en ataque.