Correr es una pasión que atrapa a todos los géneros y edades. Cada vez más personas toman calles y plazas de la ciudad. No se trata de una moda, sino de una actividad que, por sus beneficios, se va convirtiendo en una adicción saludable. Sin embargo, todavía muchas personas consideran que se trata de una rutina sólo para personas con cierto nivel de entrenamiento físico. Error.
Salvo que cuestiones médicas lo impidan, el running es una de las actividades físicas más sencillas, independientemente del nivel de condición física que tenga la persona. Con dedicación y constancia, cualquiera puede convertirse en un “atleta de fin de semana”.
Un prejuicio que se debe desterrar es que se conseguirán los mismos resultados si se camina que si se corre.
Lo primero que se debe hacer antes de comenzar una actividad física es una rutina de estudios para saber en qué condiciones de salud estamos
Es que se trata de dos actividades físicas totalmente diferentes: correr es un deporte de impacto, que envía “choques” al cuerpo que activan los músculos, los ligamentos y tendones. Y aporta una sesión de ejercicio cardiovascular superior a la que brinda caminar.
Infobae consultó a la licenciada en alto rendimiento y preparadora física Claudia Lescano, quien brindó una serie de recomendaciones para tener en cuenta antes de empezar a correr.
“Lo primero es realizar una rutina de estudios para saber en qué condiciones de salud estamos”, destacó. Y enumeró lo que un chequeo previo al inicio de la actividad física debe incluir: consulta con el médico cardiólogo para conocer antecedentes familiares y personales, electrocardiograma, eco doppler, prueba de ejercicio -o ergometría de 12 derivaciones-, espinograma para conocer el estado de la columna vertebral, análisis completo y ionograma (minerales). Ahora sí, con el apto físico en condiciones, ¡a correr!
– No es necesario tener zapatillas profesionales: si bien es verdad que lo ideal es usar un calzado especial, con la amortiguación necesaria para reducir riesgos de lesión, para empezar cualquier zapatilla cómoda sirve. Es más, resulta recomendable que el pie ya esté acostumbrado al soporte.
– Empezar de a poco: Lescano recomendó comenzar una vez por semana, para luego aumentar de a poco hasta el ideal de tres. “Lo recomendable es alternar trote y caminata (30 segundos y un minuto) o comenzar con trote y cuando falte el aire caminar hasta alcanzar la capacidad aeróbica máxima, que es la resistencia, que se va a mejorar con el tiempo”, aconsejó.
– Mejor espacios al aire libre: será mucho más ameno estar en contacto con la naturaleza o la calle.
– No correr con hambre ni tampoco muy lleno: según Lescano, media hora antes de empezar se debe tomar una infusión con tostada y recién después comenzar a trotar. Respecto a la hidratación, “lo ideal es beber agua antes, durante y después de correr, pero nunca de a grandes cantidades, sino pequeños sorbos”.
– Evitar aburrirse: correr con algún amigo o amiga, por más que no se vaya conversando en el trayecto, es el consejo de los que saben. La compañía resulta clave tanto para arrancar como para no abandonar.
– Nunca en frío: una caminata rápida de cinco minutos será suficiente para preparar los músculos para el ejercicio. “Yo siempre recomiendo activar el cuerpo mediante movimiento y no elongar antes, sino hacer rotaciones con la articulación de la cadera”, destacó Lescano.
El post
– Comer: lo que se consuma después del ejercicio ayudará a construir músculo: “Después del ejercicio se debe comer proteína, como yogurt, queso”.
– Ahora sí, elongar: al final del ejercicio se deben hacer estiramientos leves, pero sin abusar, más si se entrena solo sin profesor.
Con estos sencillos consejos casi no quedan excusas para calzarse las zapatillas y comenzar el camino hacia la vida running. Exigirse desde el comienzo sólo llevará al fracaso. “El cuerpo solo va a demandar más intensidad de entrenamiento, a medida que pasen las semanas”, concluyó Lescano.