Rosana Bentancour, contó que el pasado fin de semana, ladrones ingresaron a su vivienda mientras dormía con su familia en el barrio Don Santiago de Garupá. Los delincuentes se llevaron casi todas sus pertenencias entre las cuales estaba su celular. Al parecer continuaron con un raid delictivo y olvidaron su celular en una vivienda donde cometieron otro atraco. Los dueños de la segunda casa hallaron el teléfono desconocido y tras ingresar al aparato e identificar propietaria, la escracharon en Facebook, sin saber que la mujer también había sido víctima de los malechores.
“El fin de semana pasado mientras había una tormenta a la madrugada, delincuentes entraron a la casa se llevaron todo lo que pudieron en el momento hasta que nos despertamos. Cuando mi marido reacción el resto de las cosas estaba afuera. No sabemos cómo entraron porque no escuchamos nada. Se ve que buscaban plata pero se llevaron lo que encontraron. Cuando mi marido se despertó había un tipo adentro de la casa. Cuando el delincuente lo ve sale corriendo en la tormenta y se metió en la oscuridad”, relató.
Pero eso no es todo, días después del mal momento, su tranquilidad se vio nuevamente afectada pero esta vez por un escrache en Facebook.
“Unos días después recupero un teléfono me pongo a revisar el Facebook y deduzco que la personas que entró a robar a mi casa fue a otra casa y olvidó o dejó mi celular ahí. Esas personas que fueron víctimas como yo pensaron que mi celular era del delincuente o que yo les había robado y ahí con todos mis datos me escracharon en Facebook”, contó.
La mujer contó que cuando intentó comunicarse con esas personas la bloquearon y finalmente decidió dejar las cosas como estaban ya que comprendía el mal momento que se pasa tras un robo. “Decidimos dejarlo así porque yo sé quién soy y lo sabe mi familia. Lamentablemente nos pasó”, agregó.
Finalmente se quejó de la oscuridad que hay en el barrio Don Santiago de Garupá ya que desde hace mucho tiempo no funciona el alumbrado público. “Tenemos miedo y es una oscuridad total la entrada al barrio, ingresamos con linternas porque no se ve nada a noche. Siento una impotencia terrible además del miedo permanente de que nos vuelva a suceder”, aseveró.
