Ricardo Jaime pidió el beneficio de la prisión domiciliaria porque padece hipertensión. Detenido desde hace más de un año en el penal federal de Ezeiza por causas de corrupción, semanas atrás sus abogados presentaron un hábeas corpus en el que cuestionaron las condiciones de detención. Ahora llevaron el pedido de prisión domiciliaria ante el Tribunal Oral Federal 1, que lo juzgará por la compra a España y Portugal de material “chatarra” para el ferrocarril Belgrano.
La fiscal Gabriela Baigún se opuso a este pedido y recordó que el exfuncionario K tiene 62 años, con lo cual no supera los 70 requeridos para que a los imputados les puedan conceder este beneficio. Jaime padece “cardiopatía hipertensa con leve compromiso hemodinámico”, lo que no constituye una enfermedad incurable en período temporal o una enfermedad respecto de la cual la privación de libertad en una cárcel pudiera impedir su recuperación o su tratamiento adecuado.
Un mes atrás la defensa de Jaime había presentado en el juzgado federal de Lomas de Zamora, a cargo del juez Federico Villena, un habeas corpus para que le permitieran ingresar una heladera con freezer, una bicicleta fija, una notebook y un tensiómetro al penal de máxima seguridad. El exfuncionario recurrió al juzgado luego de que, según argumentó, el Servicio Penitenciario sólo le autorizara la entrada de la bicicleta para realizar ejercicio, por prescripción médica.
Jaime tiene un largo historial de quejas en el penal, ya que se había negado a comer los alimentos que le sirve el Servicio Penitenciario Federal al argumentar que había encontrado una cucaracha en un plato. Desde ese momento solo come los alimentos que le lleva su familia. Además había denunciado que carceleros quisieron desnudarlo y filmarlo durante una requisa.