Hace 3 años a Jane Park, una joven de clase baja de Edimburgo, le sonrió la suerte al ganar un millón de libras en la lotería. Ahora, recién estrenados sus veinte, se dio cuenta de que el dinero no da la felicidad y menos aún el amor. Y es que, según relató en sus redes sociales, hace un mes rompió con su novio después de descubrir que todos los lujosos regalos que le hacía, él los revendía automáticamente.
Según revela la multimillonaria, su expareja, Scales Marcos, de 22 años, habría vendido un Rolex valorado en 7.000 libras (8.987 euros). Además tras la ruptura, la “serpiente”, como ella misma lo califica, se niega a devolverle el coche nuevo que le regaló recientemente, a pesar de estar a su nombre.
El automóvil, un Vauxhall Opel de última gama, le costó casi veinte mil euros y ni siquiera ha podido conducirlo ni una vez.
En declaraciones al medio, reconoció que tanto amigos como familiares le habían advertido sobre él en incontables ocasiones: “Cuando comencé a salir con él todo el mundo me decía que me estaba utilizando por mi dinero”. Ella reconoce que era cierto que “estaba intentando comprar su amor” y que “tenía que haber escuchado a la gente”, pero se excusa diciendo que el amor la “cegaba”.
A lo largo de esta semana, las redes sociales han sido testigos de la evolución de su indignación. “No sé como he podido ser tan idiota… Estoy tan decepcionada conmigo misma” escribía en Twitter hace unos días. Unos reproches a sí misma que se convertían en amenazas a su ex en Facebook según pasaron las horas, ya que publicó un acalorado discurso que terminaba con un “Yo voy a tener la última palabra”.
