El BMW 507 que manejó Elvis Presley fue completamente restaurado y será expuesto el 21 de agosto en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, en California, Estados Unidos. El Rey del rock and roll lo aceleró entre 1958 y 1960 en Alemania, mientras realizaba el servicio militar. El auto apareció en estado de destrucción y los especialistas de BMW necesitaron dos años para dejarlo impecable.
Elvis había sido designado a la localidad alemana de Bad Nauheim. Pero fue en Frankfurt donde pagó 3.750 dólares para subirse al 507 con el número de chasis 70079 y patente M-JX 800. La unidad era blanca, pero cuentan que El Rey se cansó de que las chicas le dejaran escrito con lápiz labial mensajes y teléfonos sobre la carrocería de su codiciado roadster. ¿Qué solución encontró? Pintarlo de rojo.
* En diciembre de 1958 Elvis pagó $3.750 dólares por el 507. Todavía era blanco.
El auto después tuvo patentes del ejército estadounidense, primero la A-1499 y en 1959 la G-1620. Cuando Elvis volvió a Estados Unidos en 1960 no se lo llevó con él. Sin embargo, en 1962 apareció en Nueva York, luego se le perdió el rastro y en 1968 lo compró en Arizona un ingeniero aeronáutico llamado Jack Castor. El 507 quedó abandonado hasta que decidió enviarlo a BMW para que lo restauren.
Cuando en 2014 llegó a la sede central de la marca, en Munich, estuvo expuesto durante dos semanas tal cual estaba, en un estado deplorable. El cuero de los tapizados podrido, el instrumental no era el original, las ventanillas colgaban torcidas y no existía el paragolpes trasero. Polvo y tierra por todos lados.
* Las chicas le dejaban mensajes con lápiz labial y decidió pintarlo de rojo. Así de abandonado lo encontraron.
El arduo trabajo quedó en manos de los especialistas de BMW Classic Group, quienes anunciaron que tardarían dos años, ya que ni motor tenía. Los 24 meses se cumplieron y el próximo 21 de agosto será el día en que vuelva a relucir. BMW ya despejó la gran duda: no mantendrá el rojo sino que tendrá el blanco original del modelo.
El 507 nació en 1955 como respuesta al impresionante Mercedes-Benz 300 SL. Aunque comercialmente no le ganó, las líneas del 507 pasaron a la posteridad por su elegancia y deportividad. Se estima que se fabricaron apenas 254 (aunque muchos no se terminan de poner de acuerdo en la cifra exacta) ejemplares. La unidad de las fotos, que tuvo al Rey tras el volante, es una de ellas. Una muy especial. ¡Mirá las mejores fotos en la galería!
* Tras dos años de restauración, el próximo 21 de agosto BMW lo exhibirá. Volvió al blanco original.
