Restauran la visión en niños con sus propias células madre

Un paso más en el campo de la medicina regenerativa.

La principal causa de ceguera en el mundo es la catarata o pérdida de transparencia del cristalino que provoca una grave alteración visual. Pues bien, un equipo de investigadores de la Universidad de California, la Escuela de Medicina en San Diego, el Instituto Shiley junto con expertos de la Universidad Sun Yat-Sen de Guangzhou (China), han desarrollado un nuevo enfoque de la medicina regenerativa para eliminar las cataratas congénitas en recién nacidos: utilizar las células madre del propio paciente para regenerar la lente del ojo.

El tratamiento, que ha sido probado en animales y en un ensayo clínico con 12 niños, provoca muchas menos complicaciones quirúrgicas que la cirugía estándar y es muy efectivo. Los investigadores confiaron en el potencial regenerativo de las células madre endógenas que, en el caso de que el ojo humano, las células madre de la lente que expresan los genes PAX6 y SOX2 se renuevan y se diferencian en células que son capaces de formar una estructura transparente que puede refractar la luz.

Así, desarrollaron un novedoso método de cirugía mínimamente invasiva que preserva la integridad de la cápsula del cristalino y una manera de estimular LEC (líquido extracelular, el que se encuentra alrededor de la célula) para crecer y formar una nueva lente con visión.

El experimento fue realizado primero con ratones y posteriormente con 12 bebés lactantes, un segundo grupo que fue sometido a la cirugía habitual y un tercer grupo de control. El examen de los resultados reveló que los atendidos con esta nueva técnica tuvieron un menor número de complicaciones y una curación más rápida. Después de tres meses, contaban con una lente biconvexa clara, con una regeneración completa en todos los ojos de los pequeños pacientes.

“El éxito de este trabajo representa un nuevo enfoque en la forma en la que nuevos tejidos humanos u órganos pueden ser regenerados y también cómo las enfermedades humanas pueden ser tratadas; esto puede tener un gran impacto en las terapias regenerativas aprovechando el poder de regeneración de nuestro propio cuerpo”, explica Kang Zhang, líder del trabajo.

El estudio ha sido publicado en la revista Nature.