El Gobierno argentino dejó clara su postura respecto de la suspensión de Dilma Rousseff, quien fue suspendida por 180 días y deberá afrontar un juicio político que seguramente terminará con su destitución de la presidencia.
“Ante los sucesos registrados en Brasil, el gobierno argentino manifiesta que respeta el proceso institucional que se está desarrollando y confía en que el desenlace de la situaciónconsolide la solidez de la democracia brasileña“, señala el comunicado que emitió Cancillería esta mañana.
“En tal sentido, el gobierno argentino continuará dialogando con las autoridades constituidas a fin de seguir avanzando con el proceso de integración bilateral y regional”, se apunta en el mismo texto.
Los conceptos fueron refrendados instantes después por la canciller Susana Malcorra, quien utilizó su cuenta oficial de Twitter para reiterar las mismas palabras.
El Senado brasileño decidió este jueves iniciar un juicio político contra Rousseff, quien hoy mismo será reemplazada -durante 180 días- por el vicepresidente Michael Temer; en caso de que la mandataria sea declarada culpable de maquillar las cuentas públicas, el vice liderará el país hasta finales de 2018.
La mandataria se va del cargo con apenas un 10% de popularidad, en medio de una grave recesión económica y un escándalo de corrupción que manchó a buena parte de la élite del poder en Brasilia; su salida le pone fin a un ciclo de más de 13 años del Partido de los Trabajadores (PT) en el poder.
La destitución definitiva de Rousseff requiere de dos tercios de los votos del Senado (54 de un total de 81 miembros) al final del juicio político. Hoy fueron 55 los que legisladores que habilitaron el impeachment, por lo que es muy poco probable que la referente del PT recupere su cargo.