A Alejandra Gils Carbó el procesamiento en la causa de la compra del edificio de la Procuración General no la moverá de una postura tomada hace tiempo. “Ni renuncio ni me tomo licencia”, le dijo en las últimas horas a sus funcionarios más cercanos.
Parece una respuesta al ministro de Justicia Germán Garavano, quien hoy dijo que Gils Carbó debería apartarse del cargo. “Es un hecho muy grave –que procesen a la procuradora– y sería lógico que pida licencia hasta que se resuelva su situación procesal”, dijo el ministro.
Pero eso no es lo que hará Gils Carbó y como fundamento de su postura pone como ejemplo lo mismo que hizo Mauricio Macri cuando era jefe de Gobierno porteño: “No se tomó licencia cuando la Cámara de Casación confirmó su procesamiento por las escuchas ilegales”.
Gils Carbó estaba en su casa cuando se enteró que el juez federal Julián Ercolini la procesó ayer a la tarde. “Ya lo sabíamos. No está sorprendida, lo esperaba. Es más, nos dijeron que iba a salir antes pero esperaron porque el partido de Argentina contra Ecuador le iba a quitar trascendencia”, le dijo a Infobae uno de los funcionarios de la Procuración que acompaña a Gils Carbó por estas horas.
La jefa de los fiscales fue procesada por administración fraudulenta en la compra del edificio de la sede central de la Procuración General, en el microcentro porteño. Es la primera causa que avanza contra la jefa de los fiscales y es por un hecho ligado a la corrupción. Un escenario ideal para que el gobierno insista con el apartamiento de Gils Carbó
En el entorno de la jefa de la fiscales califican de “burdo” el intento del gobierno por sacarla. Señalan que buscan forzar su salida con la causa penal del edificio y con una presentación judicial que hicieron asociaciones cercanas al macrismo para obtener un fallo que indique que la procuradora puede ser removida sin juicio político.
Ese pedido fue avalado por el gobierno cuando contestó la demanda pero el fiscal Miguel Gillian señaló que “Será Justicia” y el Colegio de Abogados de la ciudad de Buenos Aires no tienen legitimidad para hacer la demanda. Ahora tiene que resolver el juez en lo contencioso administrativo federal Pablo Cayssials.
“Todo esto está armado por el gobierno y la justicia”, señalan en la Procuración.
Si ambas causas avanzan -lo que en la Procuración General descartan- anuncian que llevarán los casos a los tribunales internacionales.
El próximo paso de Gils Carbó será apelar su procesamiento. Lo hará la semana próxima. La revisión estará a cargo de la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los jueces Leopoldo Bruglia y Jorge Ballestero. Quienes trabajan con la Procuradora descuentan que los camaristas avalarán el procesamiento.
Mientras tanto sigue latente la posibilidad del juicio político en el Congreso. Hasta hace unos meses cerca de Gils Carbó daban una respuesta. “El gobierno no tiene los votos en el Senado”, decían. Hoy no son tan taxativos sobre ese pronóstico. El escenario puede cambiar con el resultado de las elecciones legislativas de fin de mes.
Pero a la hora de medir fuerzas el gobierno sabe que necesita el apoyo del peronismo -no solo del kirchnerismo- para lograr la destitución de Gils Carbó. Y esa discusión lleva a otra : ¿quien será su eventual reemplazante? Para eso también se necesitan los votos del PJ.