Desterrados de su país por la guerra, huyeron de la muerte para venir a la Argentina con la esperanza a cuestas de un futuro mejor. Encontraron las puertas abiertas, gente amable que les ofreció una mano para salir adelante. Pero se quieren volver a su lugar de origen.
Una familia siria que hace cuatro meses se instaló en Pilar, Córdoba, ya tienen pasaje de regreso a la ciudad de Alepo, donde todo es ruinas y se oyen aún los estallidos de los bombardeos contra los rebeldes. “No aguantamos más, nos queremos volver a nuestro país”, dijeron Taufiq Touma, de 40 años, y su esposa, Ani, de 29. Este jueves 11 saldrá el vuelo de retorno.
Taufic y Ani tienen dos hijas, Kristel de 10 años y Mari Flor, de 13. Tienen los papeles en regla para ingresar nuevamente a Siria, aunque no podrán volver a salir en calidad de refugiados.
El desarraigo siempre es difícil de sobrellevar. Más aún en un país donde no se habla el mismo idioma. Pero otros factores impulsaron a los refugiados a querer regresar a su tierra. “Pensamos que la vida aquí sería más barata y que nuestras hijas tendrían futuro, pero no lo vemos ahora. Con 10 dólares allá vivimos una semana, pero acá todo aumenta”, le dijo Taufic al diario La Voz.
No consiguen trabajo, fueron víctimas de un robo y aunque recuperaron sus documentos, permanecen con miedo. “Esa noche no pudimos dormir”, reconoció Ani.
Si bien asisten a un programa de la Facultad de Lenguas que enseña español a refugiados sirios, aún no manejan el idioma.
Lo poco o mucho que consiguieron fue gracias a la solidaridad de los vecinos. Uno de ellos incluso se hizo cargo del alquiler de la casa, de los gastos diarios y les facilitó un auto.
Pero no quieren depender de la solidaridad de la gente, sino ganarse la vida trabajando. “No queremos pedirle plata a nadie, sino ganarla. Mi padre fue la última persona que me dio dinero y no queremos ser una carga en Argentina”, dijo Taufiq, que agregó: “Faltó ayuda del Estado. Hubo varias promesas incumplidas”.
Siempre con la asistencia de algún allegado de la familia que hace de traductor, aseguran que en Siria las cosas están mejorando en relación a lo que ocurría hace cuatro meses. “Ahora está más tranquilo”, dice Ani. Y agrega que el Gobierno recuperó el control de la ciudad, antes en manos de los rebeldes.
Sin embargo, un cura tucumano que los ayudó a salir de Siria les recomendó que no se vuelvan. Describió que la situación “está bien jodida”. Aún siguen explotando las bombas entre los escombros.
El cura les contó a los Touma que hace unos días murieron 120 personas por la explosión de uno de esos artefactos. Taufic insiste y dice que está ansioso por volver. Que allá abrirá nuevamente su perfumería. “Si no me va bien, puedo trabajar como taxista, aquí no”.
Otro caso
En la localidad de Jesús María, afirma el diario La Voz, hay otra familia de refugiados sirios que también quiere regresar a su país. Se trata de los Obari, quienes llegaron a la Argentina a principio de este año. Según confirmó un allegado, los cuatro integrantes de la familia tienen tomada la decisión de volver, pero aún no cuentan con el dinero para hacerlo.