El 20 de julio de 2016 no será un día del amigo cualquiera para el exsecretario de Obras Públicas José López. El juez federal Daniel Rafecas desembarcará en el convento de General Rodríguez en búsqueda de datos que lleven a que el exfuncionario finalmente rompa su amistad con las religiosas del monasterio que, como prueban los videos, lo ayudaron a ingresar los 9 millones de dólares no declarados.
El magistrado llegará al predio a las 10 AM, en el marco de la causa por enriquecimiento ilícito. Encabezará una inspección ocular en el monasterio por pedido de la Oficina Anticorrupción, que la semana pasada solicitó la medida “con facultades para allanar y, eventualmente, secuestrar elementos de interés para la Justicia”.
Fuentes judiciales informaron que, además, para el jueves está citado a declarar como testigo en los tribunales federales de Comodoro Py el hombre que llamó al 911 la madrugada del 14 de junio para advertir que un hombre había saltado “el tapial” del convento.
Rafecas no es el único que investiga el monasterio. La Iglesia no pudo eludir más el escándalo y el arzobispado de Mercedes-Luján ordenó una investigación sobre el convento de Nuestra Señora de Fátima.
Según informó la Agencia Informativa Católica Argentina (AICA), la investigación se hará de acuerdo a las normas del derecho de la Iglesia y será “lo antes posible”.
López, que fue funcionario de Néstor y Cristina Kirchner, fue detenido en la madrugada del 14 de junio. Según se pudo ver en los videos de las cámaras de seguridad del monasterio, las religiosas lo ayudaron a entrar los bolsos. López tenía también una carabina.
El obispo Agustín Radrizzani pidió que la investigación de los hechos que son de “público conocimiento” se haga tal y como “manda el Derecho, aportando a la misma toda la información que surja”. Además, nombró investigador al padre Tom O’Donnell y notario al presbítero Daniel Blanchoud, quienes jurarán ante el arzobispo desempeñar “fielmente” su trabajo.
José López sigue detenido en el PRISMA, el programa para enfermos del Hospital Penitenciario de la cárcel de Ezeiza y se negó a declarar ante el juez federal Daniel Rafecas, quien lo investiga por presunto enriquecimiento.
El magistrado también citó a indagatoria a la religiosa Inés Aparicio, a la esposa del exsecretario y a dos empresarios que el fiscal Federico Delgado considera posibles “testaferros” de López. Aparicio, de quien se supo que no es monja, es quien lo ayudó a guardar los bolsos. En un comunicado, el arzobispado había dicho “que las llamadas ‘religiosas’ constituyen una asociación privada de fieles, cuyo gobierno es autónomo”.