Los adormecimientos, la sensación de hormigueo, pinchazos o quemazón en manos y brazos pueden estar originados en una subluxación vertebral y estarían dentro de las llamadas parestesias.
Esta última denominación indica que no son sensaciones reales, no porque no se las sienta, sino porque en sí no hay hormigas, ni alfileres en la zona, sino que son efectos de la irritación de alguno de los nervios periféricos que inervan las manos. Para la quiropraxia, se trata de una señal de que algo no está funcionando bien.
Buscar la raíz
La mayoría de las veces ese adormecimiento es de causa cervical. Esto suele resultarle extraño al paciente, ya que consulta por las manos y le sugerimos trabajar el cuello.
La razón es lógica: si me golpeo la pierna me duele en ese lugar. Pero en este caso no es así.
Sucede que la sensibilidad y la motricidad están dadas por los llamados nervios periféricos, que originándose en la médula espinal, emergen desde la columna cervical, por unos espacios llamados agujeros de conjunción. De allí, como verdaderos cables, recorren el miembro superior llegando a las manos.
Otra posible origen se encuentra en el túnel carpiano, formado en la profundidad por los huesos del carpo que tiene una suave concavidad y como techo del túnel. Por ese espacio pasa el nervio mediano, que brinda sensibilidad y flexibilidad a las palmas de las manos y los dedos.
La solución quiropráctica
Los ajustes quiroprácticos pueden ser una solución para este síntoma, ya que actúan liberando las compresiones nerviosas que provocan los hormigueos o adormecimientos.
El especialista en esta técnica coloca las vértebras y articulaciones subluxadas (bloqueo articular) en su posición correcta. Esto permite devolver la movilidad, para que el nervio deje de estar comprimido y funcione sin interferencias.
La articulación afectada seguirá su proceso curativo y el síntoma de hormigueo y/o adormecimiento desaparecerán.
Despertar las manos
El cuidado debe ser orientado a la causa y no al síntoma, es decir, a la columna cervical. De nada sirve tratar los dedos o la mano porque allí solo están los síntomas irradiados por una u otra causa de las mencionadas.
Por eso, resulta fundamental recuperar la funcionalidad vertebral para disminuir la presión sobre el nervio, especialmente con ajustes selectivos vertebrales (quiropraxia), y no olvidar reeducar la postura tanto diurna como la del descanso, ya que la posición del cuello es fundamental.
Las manos avisan a su manera, con su idioma, entonces no hay que demorar la consulta al profesional, ya que cuanto antes se tome el caso, sea de causa cervical o carpiana, mejor será la respuesta al tratamiento y así poder estimular las manos.
La quiropraxia es una profesión de la salud, que tiene como objetivo detectar, analizar y corregir las subluxaciones vertebrales. Esto resulta una ayuda para que el cuerpo funcione mejor desde el punto de vista neurológico. Cuando este sucede, los músculos, ligamentos y tendones empiezan a sanar. El sistema fue desarrollado por el estadounidense Daniel David Palmer, quien el 18 de septiembre de 1895 descubrió por azar la relación entre el sistema nervioso y la columna vertebral y logró que una persona sorda desde hacía 17 años, recuperara la escucha tras ser sometido al primer ajuste.
Por Marcelo Barroso Griffiths, quiropráctico AQA y a cargo del centro Vertebralle