Una persona escribió un curioso reclamo a una empresa multinacional porque al aceite en aerosol Fritolin que compró, solo lo pudo usar dos veces y ya no le funcionó más.
“El mismo, aún estando lleno, no escupe su producto, sólo lo usé dos veces. El contenido está atrapado dentro del envase como el genio en una lámpara, como un preso en Guantánamo”, escribió, con gracia.
En la carta de dos hojas enviada a la empresa, el cliente remarca que no es la primera vez que le sucede y que es un tema que ya le pasó a mucha gente. “No es la primera vez que escucho de esto. Varios usuarios conocidos míos del barrio me han comentado tener problemas similares”, dice. Y el mensaje, por ocurrente, empezó a compartirse en redes sociales y se volvió furor.
El cliente que envió la queja asume que lo que está haciendo parece exagerado, pero admite que es una persona pasional. “Mi corazón bombea más de lo normal y para lo que para otros sería una pequeña molestia, para mí es GIGANTESCO”.
Sobre el final de la extensa carta, el hombre dice que no quiere otra cosa que poder solucionar el problema y comer la milanesa que deseaba en el momento en que quiso utilizar el Fritolin. “No les pido que combatan la adicción al paco, les pido que fabriquen un Fritolin que se pueda usar. Solo quiero comer una milanesa en paz”, concluye.