El caso de los niños solares genera conmoción, y a su vez curiosidad, en el mundo ya que su patología desconcierta a los profesionales de la medicina.
Se trata de Abdul Rasheed, de 9 años, y Shoaib Ahmed, de 13, quienes durante el día son activos como cualquier otro chico. Pero después de que el sol desaparece del cielo, los dos entran en un estado vegetativo, incapaces de moverse o hablar.
Los médicos están haciendo pruebas para determinar este actuar de los pequeños. Además recolectan muestras de la tierra y el aire de la localidad donde residen.
El padre de los niños y su esposa son primos hermanos, y según trascendió dos de sus seis hijos fallecieron a una corta edad. Mientras que los otros dos no presentan ningún tipo de síntoma.
La teoría de los progenitores es que sus hijos reciben energía del sol.