Durante el embarazo, la mayoría de las mujeres quiere verse bien, lucir orgullosa la panza y minimizar algunos cambios estéticos indeseables. Pero, ¿se pueden seguir los mismos tratamientos y cremas que antes? ¿es el momento empezar una rutina específica y high tech? Acá, algunas respuestas.
Tratamientos intensivos
La primera recomendación es que este no es un momento para seguir una rutina que utilice láser, radiofrecuencia o ultrasonido. Tampoco están avaladas aquellas opciones consideradas mínimamente invasivas, como la mesoterapia. El motivo es que no está permitido hacer pruebas de medicamentos, ni de tratamientos en mujeres durante el embarazo ni en el período de lactancia, y por lo tanto, no se conocen los posibles efectos adversos.
Cremas faciales
Sobre los productos de rutina diaria, en este período están desaconsejadas las cremas con ácido, como el retinol y sus derivados, presentes en productos antiage, exfoliantes o para borrar manchas. En cambio, las cremas hidratantes y humectantes que no contengan estos compuestos pueden aplicarse normalmente.
En cuando a los protectores solares, al tener la capacidad de permanecer durante varias horas en la capa superficial de la piel, que es donde cumple su función protectora, su absorción es mínima, y por eso, su utilización se considera segura y fundamental para evitar el melasma (las manchas oscuras que aparecen en la cara).
Desodorante
La única advertencia es elegir aquellos que no contengan sales de aluminio.
Cremas corporales
Para evitar las estrías, típicas de este momento, están permitidas las fórmulas humectantes con altas concentraciones de elastina, extractos de placenta, líquido amniótico, algas y vitaminas A y E. Pero, para borrar estas marcas, habrá que esperar a terminar el período de lactancia, ya que los productos específicos para esta función contienen ácidos.
Tinturas
Un clásico tema y que siempre genera opiniones encontradas, porque inclusive aquellos médicos que las permiten indican evitar las que contengan compuestos químicos que puedan ser tóxicos (como las anilinas). Como la especificación puede ser incompleta, generalmente los obstetras indican a las mujeres embarazadas que no se tiñan el cabello, sobre todo en el primer trimestre. La opción es utilizar productos temporales, realizados con pigmentos naturales, que se depositan en la superficie del cabello y resisten alrededor de 10 lavados. Tampoco se pueden realizar permanentes, porque los líquidos utilizados pueden ser nocivos.
Depilación
El aumento del crecimiento del vello corporal es típico en estos meses. Aunque puede desaparecer seis meses después del parto, la inmensa mayoría querrá eliminarlo. ¿Cómo lograrlo? Las aternativas seguras: la depilación con cera, siempre que se respeten las medidas de higiene, o el rasurado, con la maquinita de afeitar. En cambio, no se recomiendan las cremas depilatorias o decolorantes (porque pueden ser absorbidas por la piel y no se descarta que puedan afectar al bebé) y los sistemas de depilación permanente o definitiva, que utilizan láser.
Por la doctora María Rolandi Ortíz, médica especialista dermocosmiatra, miembro de la Sociedad Argentina de Dermalogía y directora de Ro Medical Art.