Por falta de tiempo, por falta de dinero o simplemente por descuido, muchos automovilistas suelen esperar a que se vacíe casi por completo el tanque de combustible para volver a cargarlo. Pero eso es muy poco saludable para los fierros.
Si conducís con poca nafta (o gasoil), podés tener varios problemas. Según un informe publicado por el sitio español Autopista, en primer lugar, la bomba de combustible puede absorber aire y así se recalentará, se desgastarán sus piezas, se producirán algunos tirones en la aceleración y se reducirá la potencia de motor.
Además, con el tiempo se formarán residuos sólidos en el tanque y habrá humedad y condensación. Estos residuos, si no hay suficiente combustible, serán absorbidos por la bomba y eso desgastará las partes del motor y puede obstruir algún que otro inyector.
En consecuencia, hay que asegurarse de tener siempre un cuarto de tanque lleno. Sí, el precio del combustible está cada vez más elevado, pero más caro te puede llegar a salir una futura visita al mecánico.