La segunda mitad del año judicial comenzará con una decisión clave para el futuro judicial de Cristina Kirchner. La Sala I de la Cámara Federal debe responder un planteo de excarcelación del contador de los Kirchner, Víctor Manzanares. En el Gobierno siguen de cerca el rol de Jorge Ballestero. Creen que definirá la votación. “Bonadio le arruinó la estrategia, él quería pasar la definición (sobre la causa Los Sauces) para después de la PASO“, razona uno de los hombres que integra la mesa judicial del Gobierno. Todo cambió cuando el juez decidió arrestar al contador en plena feria judicial y aceleró todos los tiempos.
En el Gobierno descuentan que Eduardo Freiler votará a favor de los Kirchner. En cambio, Leopoldo Bruglia, que vuelve esta semana de vacaciones, rechazaría la excarcelación de Manzanares. Con ese escenario, altamente probable, el voto de Ballestero otra vez será decisivo.
“Pati (es el apodo del camarista) tiene un dilema, él quería salir empatado de todo esto y no quedar pegado en medio de la campaña. Bonadio le arruinó la estrategia“. El que habla tiene diálogo directo con el presidente y participa de las principales decisiones judiciales del oficialismo. Ocurre que además de la excarcelación de Manzanares, la Sala I debe evaluar los procesamientos dictados en la causa Los Sauces y con eso definirá la suerte de Bonadio. Aquellos que caminan los pasillos de Comodoro Py en nombre del Gobierno vienen diciendo hace semanas que el juez podría ser apartado de la causa.
Ballestero ya fue decisivo para dejar afuera a Bonadio de la causa Hotesur, en julio de 2015. “De mantenerse el Dr. Bonadio a cargo de la presente investigación, no se encontraría garantizada la imparcialidad del juzgador a la que tienen derecho todas aquellas personas sometidas a un proceso penal, lo que justifica su apartamiento”, votó en ese entonces. La realidad era bien distinta porque gobernaba Cristina Kirchner.
El camarista fue decisivo en las causas más rutilantes durante la era K. Casi siempre votó a favor del Gobierno. Pero sin duda quedó marcado por su rol en la causa Nisman. A las presiones habituales, se le sumaron cuestiones personales y hasta tuvo que afrontar escraches públicos en su propio barrio. “Detesta la presión mediática, no tiene el cuero de otros jueces“, afirman en Comodoro Py.
Hace dos años, Ballestero también fue determinante para dejar procesado a Mauricio Macri en la causa de las escuchas. Actuó en sintonía con Freiler, que parece fortalecido después de sortear el juicio político en el Consejo de la Magistratura. En el Gobierno aseguran que no hay “revanchismo”.De hecho, Ballestero logró esquivar los embates mediante un sigiloso acercamiento.Aunque nadie lo reconozca en público, tiene diálogo con referentes del Gobierno. Pero el crédito podría agotarse con la causa Los Sauces.
Esta semana, la Sala I definiría la situación de Manzanares, acusado de desviar el cobro de los alquileres de la familia Kirchner. El contador ya atravesó la audiencia por el pedido de excarcelación. Mediante una videoconferencia, desde la cárcel de Marcos Paz, intentó defenderse y cuestionó el show mediático: “Cuando llegué a Buenos Aires se me disfrazó con casco y me cambiaron el chaleco, siempre con el flasheo de las cámaras. Y cuando me trasladaron a Marcos Paz fue una movilización mediática o de show”.
Luego de definir la libertad del contador, los mismos camaristas deberán decidir el futuro de la causa “Los Sauces”, donde está procesada la ex presidente Cristina Kirchner, sus hijos Máximo y Florencia y los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez, entre otros. Todo en proceso electoral.