Un paseo siempre es un buen plan para disfrutar con tu mascota y demostrarle el afecto en otros espacios distintos. Crea jornadas de actividad física y aprovéchalas. Esto puede generarle beneficios de salud y evitar que el sedentarismo le ocasione enfermedades.
Los caninos. al igual que los seres humanos, necesitan también de una rutina física adecuada. En muchas ocasiones los hábitos sedentarios de los amos pueden afectarles el rendimiento físico.
De la misma forma que nosotros los humanos nos aburrimos de ir siempre al mismo sitio y nos apetece variar, a nuestra mascota también.
Es importante diseñar una rutina de deporte o juego. Debe ser acorde con las características de la raza de la mascota. De lo contrario, estas diferencias podrían interferir directamente en la capacidad atlética de los perros.
Algunos consejos importantes
Es importante que nuestro programa de ejercicios lo llevemos a cabo en lugares abiertos. Busca que no haya paso de vehículos, así evitas accidentes. Es preferible un parque con una zona verde donde la mascota se sienta cercano a la naturaleza y pueda correr libremente.
Podemos llevar juguetes para que nuestro amigo peludo se divierta. Pero serán juguetes que no puedan romperse. Así evitas que el perro ingiera elementos no seseados, con el consiguiente problema veterinario y la visita obligada a urgencias.
No olvides llevar agua fresca. Si el día ha sido muy movido y la temperatura es alta, un buen sorbo del líquido será refrescante para él. No solo tomar el agua es bueno, también puede servir para remojar su rostro y su cuerpo.
Cuando los días son muy calurosos, es recomendable evitar las jornadas extensas de ejercicios. El calor excesivo puede llevar a golpes de calor que pueden afectar la vida del paciente. Es bueno realizar pausas por algunos minutos para recobrar fuerzas, hidratarse y relajarse.
Para calcular el agua que el animal va a consumir, un buen truco es llevar entre 50 y 100 mililitros de agua diarios por cada kilogramo de peso. Eso quiere decir que un perro de 10 kilogramos tomará entre medio litro y 1 litro de agua al día, por ejemplo.
Con respecto al agua, hay que tomar algunas precauciones. Al finalizar el ejercicio, dale agua, pero ten cuidado para que no tome demasiada en poco tiempo. Así se previene la distensión abdominal.
Más tips para el paseo de tu perro
Una buena idea es primero darle algunos hielos y posteriormente dejarle un plato de agua para que pueda beber lo que quiera. Para saber si tu perro está hidratado, toma un poco de la piel de detrás del cuello. Usa los dedos índice y pulgar, sin hacer fuerza para no hacer daño. Si tu can está hidratado, la piel regresará pronto a su lugar. Por el contrario, si está deshidratado, la piel se quedará en forma de “tienda de campaña” y regresará lentamente a su lugar.
También puedes comprobar en el paseo de tu perro la hidratación mirando sus encías. Ten cuidado de que no se ponga nervioso. Si se ven húmedas y resbaladizas, tu can está tomando suficiente agua. Pero si se ven secas y opacas, debes asegurarte de que tome más líquido.
Para recoger excrementos de tu mascota tienes que llevar bolsas apropiadas. En ocasiones el ejercicio hace que el aparato digestivo se active y lo lleve a hacer deposiciones. Es allí donde estos elementos te serán de gran ayuda. Para esos días de altas temperaturas, algunos amigos necesitarán que se les aplique protector solar. Para ello es necesario que consultes con su veterinario si el tuyo lo necesita.
El sol también es un factor peligroso, sobre todo si tiene un pelaje corto. Cuando afeitas el pelaje de tu perro, expones su piel a los rayos solares. La capa de pelo actúa como una barrera protectora contra los rayos ultravioletas del sol. La piel afeitada es mucho más vulnerable a las quemaduras solares. La forma adecuada de proceder es entresacar el pelo para que tu cachorro lleve una carga más ligera en el calor.