La agresividad felina es causada por muchos motivos. Entre los más comunes están:
Miedo
A diferencia de los perros, la domesticación de los gatos no es completa, por lo que pueden fácilmente incluso con pequeños gestos volver a su estado salvaje anterior.
Si tu gato es adoptado y ha mostrado capítulos de agresividad contigo o con miembros de tu familia, es posible que anteriormente haya sido maltratado y relacione a la figura humana con dolor y sufrimiento, lo que le genera un miedo que intenta combatir con agresividad.
Dale su tiempo, déjalo que se adapte al nuevo ambiente y que él vea por sí mismo que tu hogar es un lugar tranquilo, lleno de paz y amor, donde él también tiene cabida.
Estrés
Hay circunstancias a las que tu gato puede no estar acostumbrado. Por ejemplo, es posible que haya hecho una travesura y que cuando lo llames para regañarlo se ponga agresivo contigo. Es una situación poco común para él y al no saber cómo reaccionar se genera una situación de estrés en él que intenta calmar con agresividad.
Si tu gato tiene tendencia a ponerse agresivo por el estrés o a ser nervioso antes situaciones desconocidas, intenta introducirlo a ellas de forma paulatina para que no sea un shock demasiado grande para él.
Agresión redirigida
Cuando reciben el ataque de una persona o de un gato que los intimida y ante el que se sienten más débiles, es posible que los gatos descarguen su ira contra una persona con la que se sientan mas fuertes. Esta podrías ser tú porque él sabe que lo quieres y cree que eso te hace vulnerable. Márcale desde el principio el sistema de jerarquía haciéndole ver que quien manda eres tú sin quitarle su dosis de amor correspondiente.
Caricias
Quizá te ha pasado que has estado acariciando a tu gato y de repente se ha puesto agresivo como si estuviera loco. Esto puede ser por varias razones:
-Una forma de decir “ya es suficiente, gracias”
-Estaba medio dormido y se despertó sobresaltado y a la defensiva
-Si es un gato no acostumbrado a socializar.
Puedes saber que tu gato no está cómodo mientras lo acaricias si deja de ronronear, mueve la cola de un lado a otro o crispa un poco su lomo. Si ves uno de estos signos, lo mejor es que te levantes para que se quite y no esté encima de ti.
Cómo calmar a tu gato cuando se pone agresivo
Si tu gato dirige su agresividad contra ti, hay varias cosas que puedes hacer para defenderte.
-Pistola de agua. Los gatos odian el agua, por lo que tener una pistola de agua a la mano nunca está de más. Esta te servirá en caso de que tu felino te confiera un ataque o si está peleando con otro minino será muy útil para separarlos.
-Aléjate. sal de la habitación y cierra la puerta para dejar solo al animal durante unos 20 minutos. Es probable que cuando abras la puerta se le haya olvidado todo y venga corriendo a retozar en tus piernas de nuevo.
-Ponte a su altura. Si crees que tu gato aún no está demasiado enfadado, baja a su nivel y no lo mires fijamente, pues esto podría hacerlo sentir amenazado. Estar a su altura disminuirá la visión amenazante que en ese momento puede tener de ti.
-Ignóralo. Dicen que no hay mayor desprecio que no hacer aprecio. Dejar de hacer caso a tu gato cuando está dispuesto a atacar, puede calmar sus humos y aires de grandeza y al poco olvidar por qué estaba enojado y quería ser agresivo.
-Golosinas. Siéntate en el suelo con sus golosinas preferidas. Deja que las vea pero no se las des. Permite que sea él quien se acerque a ti.