Pese a haber un gran abanico de posibles “herramientas”, la fusta es el instrumento más conocido dentro de la flagelación y también el más versátil.
También es posible que los rabdofílicos consigan excitarse y llegar finalmente a la cumbre de la excitación flagelándose ellos mismos en la intimidad.
La etimología de la palabra procede del griego: rhabdo (estriado) y filia (amor)