Dentro de esta parafilia, el placer puede obtenerse desde frotarse con un árbol a utilizar este (o toda clase de plantas o vegetales) como objeto de placer. Así, un agujero en un tronco de un árbol puede ser empleado por los hombres para mantener ‘relaciones sexuales’ con el mismo (cualquier protuberancia puede ser vista también como un atributo sexual); o vegetales como los pepinos, las zanahorias o los calabacines (debido a su forma fálica) pueden ser empleados como masturbadores naturales, ya sea para su introducción en el ano o la vagina. Utilizar flores para acariciar los genitales también formaría parte de esta particular parafilia.
La etimología de esta parafilia la encontramos en el griego, proveniente de las raíces raíces dendro- que significa “árbol” y -philia, que significa “amor”.