Presentamos una tema importante para la psicología positiva, ésta se vale del concepto de “saboreo”. ¿Cómo? ¡Se trata de saborear las alegrías de la vida! Y requiere cierta voluntad y concentración, te explicamos por qué.
¿Qué es el saboreo?
El saboreo es una técnica para apreciar mejor los aspectos positivos de la vida. No es solamente sentir el placer del momento, se trata de prestarle atención a la vivencia intencionalmente. Centrarse en el presente de una forma activa y reflexiva, atendiendo a los estímulos y al placer que éstos producen.
La vida erótica es una gran ocasión para el saboreo. Saborear un momento agradable es concentrarse en ese dichoso presente, estar alerta con todos los sentidos y así generar que las sensaciones sean más intensas. Hay que evitar o descartar los pensamientos negativos, intrusivos, que nos alejan del ahora y no nos permiten disfrutar.
El encuentro sensual favorece la práctica del saboreo. Las experiencias corrientes, en general, requieren un mayor esfuerzo para tomar conciencia. En ellas, reconocer el disfrute que nos proporcionan es más difícil. El erotismo, en cambio, se apodera del cuerpo y la mente, lo que agiganta su poder absorbente y el deseo de quedarse allí.
Disfrutar más y vivir mejor
Los especialistas definen “el disfrute” como “aquellos pensamientos o comportamientos capaces de generar, intensificar y prolongar el placer”. No es simplemente pasarlo bien, es tomar conciencia de que lo estás pasando bien.
Rick Hanson, destacado neuropsicólogo, afirma que nuestras mentes naturalmente se centran en lo negativo y descartan lo positivo. Los estímulos negativos se perciben con mayor facilidad y rapidez. Hanson describe al cerebro como “velcro para las experiencias negativas y teflón para las positivas”. Es por eso que para que las vivencias positivas se “adhieran” a nuestro cerebro, necesitan ser expuestas a nuestra conciencia por un período más largo.
Hay que ejercitar la mente. Habituarse a evocar recuerdos o escenas felices. Es esto lo que estimula y fortalece los estados cerebrales positivos que llevarán a una mayor felicidad.
Saborear mejor en la vida y en el amor
El saboreo del placer se vuelve crucial. Hay que aprender a regocijarse en esa vivencia feliz, pasada, presente o futura. Anticipar experiencias positivas permite que el disfrute se inicie antes que la acción misma, una deliciosa espera plagada de visualizaciones y fantasías sensuales de ese momento que está por llegar. Pensar en lo que vendrá antes de que ocurra, adelanta el goce y probablemente aumente el deseo y te prepare mejor para la excitación… Momentos después y luego de la vivencia en cuestión, su prolongación será posible con la evocación mental de los instantes de deleite vivido.
Sensualidad.
El desafío es alumbrar todo lo bueno vivido, conservar esa foto o evocarla de tanto en tanto. Esto extenderá el placer y todos los beneficios que el placer trae a tu cuerpo y tu mente. El antes y el después del disfrute también son importantes cuando queremos aprovechar al máximo los instantes de felicidad.
El hábito de disfrutar está relacionado con la felicidad y se asocia con características positivas.
Se ha comprobado que las personas que tienden a disfrutar, tienen más confianza en sí mismas y se sienten más satisfechas con sus vidas. A disfrutar también se aprende y saber disfrutar es una de las claves de la felicidad.
Tips para un sexo con más saboreo
• Compartir una actividad: Hacer juntos una actividad que genere diversión o una ocupación que los relaje y les dé un objetivo común, incrementa la sensación de bienestar y disfrute. La complicidad y las emociones positivas, que surgen al compartir en pareja, favorecen la fantasía, la sensualidad y el deseo. Podrían ser: juegos de mesa, cocinar juntos para recibir amigos, compartir un curso… • Agradecer: Ser agradecidos el uno con el otro. Pensar en el agradecimiento permite reconocer mejor los placeres que tu pareja te proporciona.
• Deleitarse juntos: Deleitarse potenciando los sentidos. Preparar el espacio para el amor potencia el encuentro y también las fantasías que lo anticipan. Aromas, velas y música atraen nuestra atención facilitando el sentir en el aquí y ahora.
• Ensimismamiento: La introspección en el momento preciso no es egoísmo. El sexo en la pareja también precisa de la concentración en las propias sensaciones, la excitación y el orgasmo se potencian prestando atención al propio placer.