Qué conviene comer durante la primavera

Bienvenidos los espárragos y las frutillas, llegó la variedad a las verdulerías y es un gran momento para acomodar ciertos hábitos

Si bien sugerimos comer sano todo el año, al llegar la primavera, aumenta el interés por conectarse con el cuidado del cuerpo, organizar mejor las comidas de la semana y programar el momento para realizar actividad física: salir a caminar, correr, andar en bicicleta o rollers para aprovechar los días más largos.

El objetivo es mejorar las elecciones, y aprovechar esta temporada para instalar un hábito alimentario saludable al contar con una mayor variedad de verduras y frutas. Es tiempo de probar recetas nuevas y combinar verduras crudas y cocidas acompañando una carne, pollo o pescado. O bien animarse a agregar delicados trozos de frutas en la ensalada como frutilla, ananá o manzana que le brindan un toque interesante y sofisticado.

Verdes por fuera, nutritivas por dentro

La primavera es el momento del año en el que las verdulerías se destacan por la gran variedad de colores. Nos encontramos con diferentes tonos de verde entre acelga, apio, endibias, espárragos, espinaca, alcauciles, zapallitos y zucchini y una gran diversidad de lechugas. Asimismo el perejil, la albahaca y el romero comienzan a perfumar y decorar los platos, enriqueciendo la preparación. Sin duda, el atractivo de estas verduras más allá de su color, se centra en sus propiedades. Son ricas en minerales como el potasio, magnesio, hierro y calcio; vitaminas del grupo B, A, C y K; esta última interviene en la coagulación de la sangre y debe moderarse en personas que reciben medicación anticoagulante.

En general, las verduras aportan muy pocas calorías, y las “verdes” se destacan por la presencia de fibra, agua y son ricas en antioxidantes: La luteína interviene en la protección de la visión al prevenir la aparición de cataratas y degeneración macular, en tanto la vitamina C aumenta las defensas y favorece la absorción del hierro.

Otras verduras de primavera, son las remolachas, puerros y hongos con su sabor distintivo y riqueza en agua. Las legumbres como las arvejas y habas aportan micronutrientes y proteínas.

La ventaja de contar con un gran abanico de verduras, permite preparar distintas preparaciones como ensaladas, sopas, licuados, soufflés, tortillas o tartas. La presencia de verduras ricas en fibra, brindan saciedad, es decir, durante las horas posteriores a la comida, no se siente hambre o necesidad de ingerir alimentos. Además en esta estación, las verduras “Baby” pueden ser una opción atractiva para los más chiquitos, o bien para preparaciones gourmet.

Volvieron las frutillas

Con temperaturas más elevadas, crece el interés por desayunar con frutas o utilizarlas como colaciones o postres con opciones diferentes para todas las edades. Aparecen las frutillas dulces, las naranjas están esplendidas, el ananá puede ser un atractivo nuevo para variar las opciones, y seguimos contando con la banana y manzanas.

A disfrutar de la primavera, es momento de tomar conciencia, hacer ejercicio y cuidar el cuerpo para sentirse bien: preferir comidas livianas y nutritivas y ser siempre moderados al elegir aquello que te gusta sin perder el placer de comer tus preparaciones preferidas.

Por: Dra Paola Harwicz