La palabra calorías se transformó en los últimos años en una especie de tabú. Porque la idea, que viene de una ineficiente interpretación, es que al consumir pocas calorías, el cuerpo no engordará.
En realidad, esto se trata de un mito. Ya que no son las calorías en sí las que llevan al sobrepeso sino, más bien, la calidad de donde provienen. Porque, así como no todos los alimentos aportan los mismos nutrientes, no todas las calorías ingeridas generan el mismo impacto en el cuerpo.
Dicho así, se podría suponer que los alimentos que no aportan calorías (o aportan pocas) y llevan rótulos del tipo diet, cero, bajo azúcar o libre de grasas, son favorables para el adelgazamiento y aquellos que se jactan de ser los malos de la película por contener mayor densidad grasa o un porcentaje mayor de azúcares como los frutos secos o las frutas maduras entonces, desfavorecen.
Pero, por el contrario, los alimentos que provee la naturaleza en su estado puro contienen calorías incluso beneficiosas para el organismo por venir de nutrientes nobles.
Hay una variedad de alimentos que vale la pena conocer si estás pensando en perder peso de forma definitiva.
Palta
Coco (fruta y su aceite virgen)
Frutos secos (almendras, nueces, pistachos y castañas)
Semillas (girasol, calabaza, sésamo, lino, chía y sus aceites vírgenes)
Legumbres (lentejas, garbanzos, habas, alubias…)
Pseudocereales (quinoa o amaranto)
Olivas (aceitunas bien lavadas y su aceite extra virgen)
El secreto es que todos ellos contienen en mayor o menor medida un tipo de grasa antiinflamatoria (sobre todo las omega 3 y omega 9). Es decir, que deshinchan los tejidos como es el caso del adiposo cuando una persona tiene sobrepeso. Al comerlos en pequeñas porciones, pero de forma consistente, el cuerpo adelgazará con un brillo especial.
¿Cómo incorporarlos? Acá van algunos ejemplos prácticos
Desayuno y merienda: infusión noble (sin edulcorantes artificiales) sin endulzar o con pizca de azúcar de mascabo o miel de arroz + licuado realizado con frutas de estación, puñadito de almendras preferentemente activadas (lavadas e hidratadas previamente), hojas de espinaca y cantidad suficiente de agua.
Almuerzo y cena: licuado de pomelos en agua + Ensalada completa: quinoa, palta, oliva y abundantes vegetales crudos a elección.
Para poner en práctica y comprobar sus beneficios.
Por: la licenciada Patricia Robiano, nutricionista, health coach, especialista en alimentación consciente y coaching motivacional.