¿Puede influir en el orgasmo la forma de la vagina?

Aunque el orgasmo no es la única forma de disfrutar con el sexo, lo cierto es que aquellas mujeres cuya vagina está más cerca del tracto urinario tienen mayor facilidad para alcanzarlo

Quizá, si te cuesta alcanzar el orgasmo o nunca lo hayas hecho, te preguntes por qué puede ser y si la forma de la vagina puede llegar a influir en esto.

Pues bien, quizá estabas en lo cierto al plantearte esta cuestión y así lo asegura un reciente estudio.

Al parecer, según este estudio llevado a cabo en la Universidad de Emory (Estados Unidos) lo que hace que unas mujeres sí alcancen el orgasmo y otras no depende, sencillamente, de la su anatomía y el clítoris es la zona principalmente afectada en este sentido.

Pues bien, el estudio ha concluido que si la vagina se encuentra a una distancia igual o inferior a 2,5 centímetros del tracto urinario, sí se puede alcanzar el orgasmo a través del coito, o penetración.

En cambio, para aquellas mujeres que tengan una distancia superior a la mencionada, es muy poco probable que logren alcanzar el orgasmo a no ser que recurran a una estimulación directa de esta zona genital, por lo que esa sería la vía para que pudieran alcanzar el clímax con total seguridad.

La influencia que ejerce la distancia mencionada es tal porque, cuanto más cerca está de la vagina, más estimulación es capaz de recibir a la hora de la penetración.

Si se encuentra más lejos, el clítoris no se roza con la misma intensidad y, por tanto, es mucho más difícil para la mujer llegar al orgasmo.

Este estudio también deja claro que la anatomía de cada mujer es única y que ello no debe ser en ningún momento un impedimento.

La capacidad para llegar al orgasmo en estos casos radica en la capacidad de conocerse para saber disfrutar al máximo y ver cómo puedes alcanzar este punto.

Algunas recomendaciones
Para lograr el orgasmo, en el caso de que no lo hayas conseguido, lo mejor será que te autoexplores para conseguir un conocimiento de ti misma y de tu cuerpo, solo así podrás saber qué es exactamente lo que más te excita hasta llevarte al clímax.

Si te conoces más a ti misma seguro que podrás tener relaciones sexuales mucho más satisfactorias. Recuerda que el fin es descubrir otros lugares que desencadenen tanto o más placer que los que ya conoces.

En la gran mayoría de las ocasiones, tendemos a centrarnos en los juegos habituales y perdemos la capacidad de descubrir nuevas sensaciones que nos puede proporcionar la piel.

Disfrutar es la clave
En cualquier caso, no llegar al clímax no implica que no se pueda disfrutar. Igualmente se puede experimentar, descubrir y, en definitiva, pasarlo bien a través de relaciones sexuales plenas que resultarán completamente satisfactorias.

Como decimos, la anatomía de cada mujer no será un impedimento, sino una oportunidad para conocerse un poco más y explorarse.

Aumenta tu deseo sexual
Si el no alcanzar el orgasmo ha hecho que, con el tiempo, hayas perdido apetito sexual, quizá debas tener en cuenta las recomendaciones que se desprenden del estudio presentado por el Colegio Europeo de Neuropsicofarmacología.

En este se asegura que este problema se puede solucionar con una terapia realizada a base de luz artificial brillante.

Al parecer, este tipo de luz puede utilizarse de manera satisfactoria para aumentar el deseo sexual, una alternativa que, de manera inconsciente, haría que el apetito sexual aumentara.

Por supuesto, también podréis complementar esto con una cena previa, ligera y con ingredientes afrodisíacos.

El sexo y los beneficios para la salud
Al explorarte y conocerte no sólo acabarás logrando llegar al clímax, sino que practicarás uno de los mejores remedios para mejorar tu salud: el sexo.

Y es que está demostrado que las personas sexualmente activas enferman mucho menos, ya que el sistema inmunitario genera más anticuerpos que si no se practica sexo.

De este modo, lograréis estar mucho más protegidos contra los virus, gérmenes y cualquier otro factor que pueda hacer que os pongáis malos.

Así se demostró a través de una investigación de la Universidad de Wilkes (Estados Unidos).

En esta se arrojaron datos tan interesantes como que mantener relaciones sexuales 1 o 2 veces por semana eleva los niveles de ciertos anticuerpos.

Esto no ocurre con las personas que no tienen relaciones de manera activa.