Según había indicado el Ministerio de Seguridad, que encabeza Patricia Bullrich, el expediente que prueba el origen de los 10 barriles de pseudoefedrina “se encontraba escondido y apartado entre cajas viejas y deterioradas”. La documentación fue descubierta el viernes por la Dirección Nacional de Precursores Químicos y hoy el juzgado de María Servini, que subroga Luis Rodríguez , ya la está analizando.
A través de un comunicado, la cartera de Bullrich había informado que la importación del percursor químico había sido ordenada en por una empresa paraguaya y que ingresaró a la Argentina el 11 de junio de 2011, proveniente de una escala entre las ciudades de Basilea (Suiza) y Asunción (Paraguay).
La información había sido confirmada por el titular de la fima farmacéutica Chemo, Hugo Sigman. “Un cliente nuestro en Paraguay, un laboratorio muy conocido, Comfar, compra 250 kilos de pseudoefedrina. La mercancía se embarca desde Basilea, y como no hay vuelo directo a Asunción, se manda, consolidada con otras mercancías, por Air France, a París y a Buenos Aires. De ahí, se envía a Asunción. Cuando llega a Buenos Aires, la Aduana no deja que se embarque a Asunción”, sostuvo en una entrevista con radio Mitre.
Hace una semana, la Policía Metropolitana había encontrado la docena de barriles mientras realizaba un allanamiento en el depósito de la Aduana, en el aeropuerto de Ezeiza, luego de que luego de que el director general de Aduana interinamente suspendido, Juan José Gómez Centurión, se presentara en Comodoro Py para aportar información.