El procesamiento del titular de la AGN, Ricardo Echegaray, en una causa por violación de secreto y falso testimonio disparó ayer de manera automática una reacción largamente anunciada por el oficialismo: los presidentes del Senado y de Diputados, Gabriela Michetti y Emilio Monzó, encargaron a los equipos jurídicos de ambas cámaras la redacción de una resolución conjunta para el desplazamiento inmediato del ex jefe de la AFIP. Michetti y Monzó firmaron anoche esa resolución para sacar de su puesto al ex funcionario kirchnerista, pero Echegaray ya avisó que se propone resistir judicialmente su remoción.
En su pelea para sostenerse en la AGN, el auditor cuenta con el estratégico apoyo del justicialismo. El partido distribuyó ayer un comunicado de prensa en el que se sostiene que Echegaray no puede ser desplazado hasta que su procesamiento se encuentre firme. “Se requiere una ratificación de la Cámara que deje eventualmente firme la decisión”, dice el texto.
Como respaldo, sonó modesto. En el comunicado no se avala a la figura de Echegaray sino que simplemente se insiste con que para echarlo su procesamiento debe estar ratificado por la Cámara de Apelaciones. Y en ese eje también es pobre: el ex titular de la AFIP sostiene que su procesamiento recién estará firme cuando se expida la Corte y no una segunda instancia.
“Lo redactaron para el orto”, se lamentaron ayer en el despacho de Echegaray en la AGN. Igual, celebraban que el comunicado le permite ganar tiempo al auditor.
La presidencia de la AGN le corresponde al partido de la oposición con mayor representación parlamentaria. Echegaray, un ex UCD, llegó al cargo por indicación de Cristina Kirchner, pero se las arregló para contar ahora con el imprescindible apoyo de figuras de peso del PJ, como su titular, José Luis Gioja, y el jefe del FpV en el Senado, Miguel Ángel Pichetto.
Un senador K del interior dijo anoche : “No podemos aceptar así nomás su desplazamiento porque sería una tocada de culo al peronismo”.
Los embates contra Echegaray arrancaron apenas fue designado en la AGN, pero tuvieron una aceleración fenomenal en las últimas horas. El miércoles, la diputada Elisa Carrió había cargado con ferocidad contra Michetti: “Lo que nos diferencia es que yo jamás hubiera designado a Echegaray y ella lo firmó”.
Ayer, el día arrancó con el dictado del primer procesamiento de Echegaray por parte del juez Claudio Bonadio por involucrar públicamente en 2014 a Alfonso Prat-Gay, actual ministro de Hacienda y Finanzas, en un supuesto caso de evasión impositiva.
De inmediato, en el oficialismo se pusieron en campaña para desplazarlo. “El procesamiento a Echegaray nos dio la herramienta legal que necesitábamos para removerlo de la Auditoría“, tuiteó Michetti. Y amplió: “Se está elaborando una resolución conjunta que firmaremos con Monzó para removerlo de su cargo. La AGN debe estar presidida por alguien que reúna condiciones éticas”. A la noche, los dos dirigentes macristas firmaron ese documento.
Echegaray dijo ayer que “si una resolución conjunta de los presidentes de ambas Cámaras ordenaran mi remoción del cargo sin sumario previo, sin derecho a defensa y sin dictamen de la Bicameral Revisora de Cuentas, sería irregular, arbitraria, nula, ilegal e ilegítima“.
Según la interpretación del auditor, su desplazamiento puede ser simplemente solicitado por las autoridades de ambas cámaras pero lo debe resolver esa comisión bicameral, que está encargada de fiscalizar a la AGN.
En una jugada anticipada, a fines de abril pasado el FpV -con el apoyo de un senador del Peronismo Federal y de una diputada massista- se quedó con la presidencia de esa comisión. Asoma improbable que ese cuerpo avance con el desplazamiento mientras el PJ le siga sosteniendo la mano.
Pero la ley 24.156, que creó la AGN, no habla de esa bicameral. En su artículo 124 establece que “Los Auditores Generales podrán ser removidos, en caso de inconducta grave o manifiesto incumplimiento de sus deberes, por los procedimientos establecidos para su designación”. Su interpretación podría considerarse vidriosa.
En caso de que Michetti y Monzó finalmente avancen con su remoción por resolución conjunta, Echegaray adelantó que primero recurrirá a ambos por la instancia administrativa y que después presentará un amparo en la Justicia en lo Contencioso Administrativa. “Voy a pelear a muerte, si es necesario recurriré hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, se le escuchó decir ayer.
Según se decía anoche en el Congreso, dentro del oficialismo se le había indicado a Michetti que la remoción sin que esté firme el procesamiento no sería la vía adecuada. Pero que igual la vicepresidenta estaba dispuesta a ir a fondo.