Presos de Brasil van a dormir a sus casa tras la orden de vaciar la cárcel para evitar otra masacre

La medida regirá hasta el próximo viernes. El pedido de vaciamiento fue efectuado por el director del establecimiento.

Un juez ordenó vaciar el presidio semiabierto de Roraima, en Brasil, para evitar una nueva masacre, por lo que cerca de 160 detenidos durmieron en sus casas y lo seguirán haciendo hasta el 13 de enero próximo.

El Centro de Progresión Penitenciaria (CPP) de la ciudad de Boa Vista había hecho el pedido al juzgado de ejecución penal local, que acogió la demanda.

Debido a que el CPP es un presidio para detenidos en régimen semiabierto, los presos tienen derecho a salir durante el día, pero deben volver a la noche.
Sin embargo, ayer, a partir de las 20, permanecieron en sus casas, sin cambiar de dirección, “portar armas u otros elementos que puedan ser usados como armas” ni ir a bares, entre otras medidas.

Según explicó el juez Marcelo Lima de Oliveira al diario “Folha de Sao Paulo”, la medida fue tomada “en régimen de emergencia”, con validez hasta el 13 de enero.

“Es una medida muy pensada, de dos jueces, y muy drástica, pero había que tomarla. Había informes de que el presidio sería el nuevo escenario de la violencia. Esto fue hecho antes de que suceda una nueva tragedia”, dijo el funcionario.
El pedido de vaciamiento fue efectuado por el director del establecimiento, Wlisses Freitas da Silva, citó la agencia DPA.

Según había manifestado después de la masacre del viernes en otra penitenciaría de la ciudad, que dejó un saldo de 33 muertos, los detenidos del grupo criminal Primer Comando de la Capital (PCC) estaban”espantados” y decían que el local sería el lugar de la “nueva tragedia”.

En el texto, además, Silva llamaba la atención sobre el bajo nivel de efectivos, con apenas “tres o cuatro” agentes para cuidar a cerca de 160 detenidos.

El viernes, en la Penitenciaría Agrícola de Monte Carlo (PAMC) de Boa Vista, una reyerta intracarcelaria dejó 33 muertos. Antes, entre el 1 y 2 de enero, una revuelta en una cárcel de Manaos había culminado con al menos 56 muertos.
Desde que empezó el año, en Brasil, ya suman más de 100 los muertos por luchas entre facciones criminales dentro de las cárceles, lo cual agravó la debilitada situación de gobernabilidad del presidente Michel Temer.