Mañana entrará en vigencia la resolución del Gobierno que obliga a los comercios a diferenciar el precio de un bien si se lo paga al contado del valor que tiene el mismo producto financiado en dos o más cuotas. Es, dicen los funcionarios, una medida para “transparentar” precios. En la actualidad, las llamadas cuotas sin interés tienen costos de financiamiento ocultos, que sufren también los que pagan de una vez.
Sin embargo, la nueva norma obliga a las empresas a informar una gran cantidad de datos que puede traer confusión a los consumidores:
1) El precio de pago al contado (en efectivo, con tarjeta de débito o con tarjeta de crédito en un pago). Por ejemplo, 1000 pesos.
2) La cantidad de cuotas y el precio de cada una. Las palabras “sin interés” desaparecerán de las góndolas. Se informán, por ejemplo, “12 cuotas fijas” de 100 pesos.
3) El precio total del producto financiado. En este caso, 1200 pesos.
4) La tasa efectiva anual que se afrontará.
5) El Costo Financiero Total (CFT) de la opción de financiamiento.
De todo este mar de información, los consumidores deben prestar atención a los tres primeros puntos: el precio al contado, el valor y la cantidad de cuotas y el precio total en cuotas.
Los dos ítems siguientes pueden confundir. Si el Costo Financiero Total es del 30 por ciento, no significa que el cliente está pagando un 30% de recargo por financiar el bien.
Esto se ve claro con el plan Ahora 12, que será la opción más conveniente para financiar la compra. Un pantalón que sale $ 1054,83 pesos al contado podrá pagarse en 12 cuotas de 100 pesos cada una, o $ 1200 en total. El interés que pagará el comprador será del 13,7%. Pero el CFT del Ahora 12 es del 27,88 por ciento.
Por eso, es mejor, por ahora, no prestar atención al CFT. Esa información sirve “puertas adentro”: los comercios y el Gobierno entienden que ese Costo Financiero Total obligará a los bancos y las tarjetas a competir y a bajar el financiamiento.
Las cuotas
Cada comercio promocionará una opción de financiamiento que crea conveniente. Puede informar el plan de pagos de Ahora 12 o el de la tarjeta de crédito de un banco en particular.
Pero los bancos y las tarjetas ahora competirán por la tasa, habrá infinidad de opciones para pagar en cuotas.
Si el consumidor quiere pagar con una tarjeta de un banco, un vendedor deberá informarle cuál será el costo de financiar su compra con ese plástico. Si el comprador tiene distintas tarjetas de crédito, es conveniente pedir información sobre cada una de las alternativas.
¿Bajarán los precios al contado?
Dos grandes cadenas consultadas por TN.com.ar coincidieron en que los precios al contado bajarán, aunque no del 15 al 20 por ciento como espera el Gobierno.
En una gran tienda de electrodomésticos estimaron que la mayoría de los productos bajarán entre 5 y 7 por ciento.
Las bajas no serán uniformes. Depende de distintas cuestiones. Por ejemplo, de qué cantidad de productos vende un comercio en cuotas.
¿Subirán los precios en cuotas?
El Gobierno cree que deben quedar iguales, pero los comercios admiten que podrán subir.
Hoy, el costo de financiamiento que asume un negocio se distribuye entre todo lo que vende. Desde mañana, solo quienes compren en cuotas pagarán ese gasto. Lo que antes se repartía entre toda la venta, ahora lo asumirá quien compre en cuotas.
Ahora 12 y Ahora 18 seguirán siendo alternativas de financiamiento convenientes para los consumidores, aunque ya no “sin interés”. Aquí también asumirían un costo extra, aunque inferior al que deberán afrontar con un plan de cuotas de los bancos.
Ahora 12 tendrá un recargo del 13,7 por ciento sobre el valor de contado. Ahora 18 recargará un 17 por ciento.
Para saber si estas u otras opciones son ventajosas, es útil comparar la diferencia entre el precio de contado y el financiado con la inflación esperada. Si la diferencia al pagar en 12 cuotas es del 14 por ciento y la inflación esperada es del 17%, el interés que se abonará será negativo.