“Tenemos demandas por más de USD 60.000 millones. Esta es la demanda más grande de la historia para un bono de estas características y debe estar entre las 20 más grandes de la historia para un país que hoy aún está en default. Es impresionante que hayamos pasado tan rápido de la oscuridad a la posibilidad de conectarnos con el mundo”, evaluó Prat-Gay en un encuentro con periodistas en Casa Rosada.
En la misma línea que se había expresado ayer el presidente Mauricio Macri en la reunión con empresarios en la Quinta de Olivos, el titular del Palacio de Hacienda aseguró que el final de la crisis de la deuda permitirá avanzar en obras de infraestructura que generarán más empleo y mejores condiciones de inversión.
“No estamos en una etapa de ajuste, estamos poniendo el foco fiscal en los más débiles, en los más vulnerables”, aclaró. Y ahondó: “Estamos en una política de reducción del déficit fiscal, pero estamos avanzando en un esquema gradual para que en cuatro años esté en medio punto en relación con el PBI”.
Una vez más el gobierno evaluó que los beneficios de la política económica comenzarán a llegar a la sociedad a partir del segundo semestre con un drástico descenso del nivel de los precios, que en los primeros tres meses del año superaron los 12 puntos de acuerdo a informes oficiales de distintas provincias.
“Nuestros índices de inflación en la segunda mitad del año van a estar más cerca de 1 que de 2. Este es un compromiso del presidente. Estamos haciendo todo lo posible. Hay medidas que tienen un efecto inmediato, otras tienen un plazo de maduración”, suscribió.
A modo de ejemplo, Peña destacó que el kilo de asado estaba $140 en el verano y ahora se consigue en varios supermercados a $79.