Luego de meses cotizando casi sin cambios en alrededor de $ 15,50, el dólar dio un salto en las últimas semanas. Sin embargo, Alfonso Prat-Gay restó importancia a la depreciación del peso y su impacto en la economía. “Me río con respeto”, aseguró esta mañana el ministro, en referencia a quienes exhiben su preocupación por la devaluación del tipo de cambio y su posible impacto en precios.
“Cuando el dólar estaba a $ 15,50 pesos decían que estaba atrasado, y ahora que pasó a 15,80 dice que se disparó”, sostuvo Prat-Gay, en una conferencia de prensa realizada en Chapadmalal. “No nos preocupa (el valor del dólar), porque en un sistema de flotación puede subir y bajar”, agregó.
Esta semana, el dólar alcanzó su máximo histórico y se ubicó por encima de los $ 16 que había registrado en agosto. El ‘efecto Trump’, que revalorizó a la divisa estadounidense frente a las monedas de los países emergentes, y la baja en las tasas de interés que viene aplicando el BCRA en las últimas cuatro semanas son algunos de los factores que impulsaron este repunte en la cotización del dólar, hoy en un valor que para los economistas aún se mantiene más competitivo que a fines de 2015.
No obstante, Prat-Gay sí admitió que siguen de cerca la evolución de la inflación, que según estimaciones privadas fue del 1,8% en noviembre y cerraría el año en 40%. “Nos preocupa el precio de la canasta básica. Después de la mitad de año con fuertes subas, se acomodó y estamos cerrando el año con 1,5% mensual, que es lo que queríamos y nos pone en la meta del 17% para el año que viene”, agregó el ministro.
Por último, el economista se refirió al debate en torno a los diferentes proyectos de modificación del Impuesto a las Ganancias que trata el Congreso. “No es oficialismo versus oposición sino entre responsabilidad y demagogia, y ahí se van acomodando los distintos espacios políticos”, disparó Prat-Gay, en referencia a la iniciativa impulsada por Sergio Massa, diputado del Frente Renovador, una propuesta a la que, según el ministro, “le faltaban 40.000 millones de pesos”.
“Tomamos uno de los puntos, que es el de gravar el juego, y lo hacemos de una manera efectiva”, sostuvo el ministro, y añadió: “Es demasiado compleja la realidad del impuesto como para resolverlo en una semana”.